Peligrosa Obsesión~. AU [Larry Stylinson]

Capítulo 7. "Conmigo no."

-Vamos… excítame como lo hiciste la primera vez que me hablaste. Hazlo como si este día fuera el ultimo en el que tendrás la oportunidad de coger ¡Hazlo!

Harry despertó asustado. Su cuerpo se levantó de la cama con el mismo reflejo de una persona cuando saca la mano del fuego. Su cuello le sudaba, su cabello estaba grasiento por su mismo sudor, sus axilas estaban húmedas, y el olor que desprendía su cuerpo estaba impregnado en las finas sabanas que lo cubrían. Giró su vista hacia el reloj que se encontraba en su mesa de noche. Era demasiado temprano: las 06:12 a.m. Frotó sus ojos, y volvió a acomodarse entre las mantas de su cama. Sus movimientos fueron bruscos, y con el simple hecho de apoyar la cabeza sobre la almohada un leve dolor le recorrió el cuerpo. Posó sus manos sobre la zona que sentía bastante dolida y recordó la noche anterior. Louis Tomlinson. Su sueño.

No entendía que sucedía en ese momento, los recuerdos que tenía sobre el sueño que esa misma mañana lo había despertado, eran escasos. Unos ojos azules, un cuerpo bronceado y tonificado y una voz cantarina y sensual. Frunció el ceño, bajó la mano que tenia en su cabeza hasta su miembro. ¡Joder! Apenas recordaba su sueño, pero entendió claramente que fue un sueño húmedo. Cerró lo ojos con fuerza. Quería dejar de pensar en eso, no quería estar así cada momento en el que pensaba en Louis ¿Por qué lo excitaba tanto?

Llevó ambas manos a su rostro y se frotó nuevamente los ojos. Debería dormir, o levantarse. Harry optó por la primera opción, y se acomodó de costado para consolidar el sueño. Suspiró profundamente, y en pocos minutos, su mente se calmó. La imagen de su madre y su hermana, Anne y Gemma respectivamente, aparecieron en su sueño.

*****

La mañana amaneció soleada y con el cielo totalmente despejado. La deslumbrante luz del sol traspasaba la fina tela de las blancas cortinas de la habitación. Bruno Mars funcionó como despertador con la canción ‘Just the way you are’ y Eleanor estiró su brazo para apagar la alarma. Su móvil marcaba las 08.00 am. Dentro de una hora empezaba a su turno en Starbucks. Frotó sus ojos y sacudió su cabello, miró a Louis a su lado y sonrío.

-Te cuidaré, Lou…- Pasó su mano por sobre el pelo del mayor, y le depositó un corto beso en la sien. Tomó de las sabanas, y suavemente se levantó de la cama con la intención de no despertar a Louis de su plácido sueño. Se vistió con las pantuflas azules de Louis y se dirigió al baño para una ducha antes del trabajo. Starbucks le quedaba a solo dos calles, y tenía tiempo de sobra para alistarse.

-¿Prepararás el desayuno?- La voz de Louis la sobrecogió, y giró sobre sus talones para sentarse a su lado. El joven ojiazul tenía sus ojos entreabiertos debido al sueño que lo dominaba y su voz se escuchaba ronca y seca. Louis tomó de la mano de Eleanor, y esta volvió a besarlo.

-Primero me bañaré, cariño.- Louis asintió ante la respuesta que recibió y soltó su mano. Eleanor tomó nuevamente de las sabanas y cubrió el cuerpo desnudo de su novio. Aunque el sol había amanecido deslumbrante, el frío inundaba la habitación. Se paró de la cama, y se encaminó nuevamente hacia la puerta.- Te quiero, Ele.- Eleanor paró su paso repentinamente y mantuvo la mirada baja, Louis aun tenia sus ojos cerrados pero una pequeña sonrisa estaba dibujada en sus labios. Suspiró, y aunque tardó unos largos segundos en responder, expresó un suave: “Yo también, Lou”. Y con paso firme y decidido, se marchó de la habitación hacia el baño.

¿Acaso Louis no recordaba la noche anterior? Eleanor trataba de borrar las horrorosas imágenes de sus recuerdos. Su estómago le dolía demasiado debido a los golpes que había recibido de Louis. Un notable moretón se presentaba en su brazo. Los momentos en los que pasaba el gel de jabón sobre aquellas zonas golpeadas, su cuerpo se estremecía y un fuerte dolor le recorría la columna. Lloraba, sus lágrimas eran camufladas por la regadera de la ducha. Ella no se sentía con las fuerzas suficientes para seguir estando al lado de Louis, llevaba dos años soportando sus golpes y sus repentinos cambios de humor. “Habrá tomado de mas anoche” pensaba para si con tal de tranquilizarse. Pero en cuanto pensaba que esa no era la primera vez que pasaba eso, sus lágrimas volvían a sonrojarla y a inundar sus ojos.