Capítulo 46. "Taza de té y café."

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A pesar de que pasó varias horas en vela aquella madrugada del martes, Louis al fin consolidó su sueño alrededor de las tres. No dejaba de pensar en su hermana, en como la había dejado en aquella videollamada. Sabía que había hecho mal en responderle de aquello forma. Recibió más de diez llamadas a su celular, y tenía veinte mensajes acumulados sin leer en su bandeja de entrada. Lottie no se sentía para nada bien, y Louis lo sabía perfectamente; pero de alguna forma intentó calmar su ansiedad y su humor: apagando la laptop, y cubriéndose con todos los cobertores de su cama.

La mañana del martes, no fue la misma de siempre, y mucho menos la tarde en su horario de trabajo. Se encontraba distraído, perdido en su mundo de preguntas sin respuesta que aun no lograba conseguir o encontrar. La noche anterior había tenido la oportunidad de resolver todas sus dudas, pero con el intento de controlar sus nervios, la hizo perder. Tanto Karen como Niall apenas le dirigieron los buenos días, y en cierta forma Louis agradecía el hecho de que supieran o se dieran cuenta como se encontraba en esos momentos. Durante sus clases no prestaba atención en lo mas mínimo a quienes acudían a las misma, y por mas que hayan sido cientos las chicas que se aproximaban un poco a él para establecer una pequeña conversación, seguía encontrándose igual.

El brillo de sus azules ojos se volvió opaco, sin vida. No había ni un pequeño rastro de alegría o de ganas de encontrarse donde estaba. Sus manos no tenían pulso, se encontraba intranquilo, nervioso por cuestiones que hasta él mismo desconocía. Esa mañana con suerte se había preocupado en peinarse, o vestirse sencillamente como siempre lo hacía. Había ido hecho un desastre, y por mas que Niall no le dijera nada, sabía que no debía ir de esa manera; pero ese no era su día.

Cada minuto que pasaba dentro de aquel salón, sin dar ninguna indicación de nada, no hacía mas que leer y releer millonésimas de veces, los cortos pero hermosos mensajes que su novio le enviaba en cuanto podía y hallaba la oportunidad. Parecía ser la única cosa que lograba sacarle una pequeña sonrisa en sus labios resecos. Pero por mas bien que se sintiera al leerlos, no gozaba de los ánimos suficientes para responder a todos y cada uno de ellos.

Se sentía perdido y vacío de cualquier afecto de cariño que pudiera recibir de Harry. Y mas aún al hacerse las tres de la tarde, el horario en el que ambos se encontraban los martes y viernes en aquel gimnasio. Pareció ser que esa hora de entre las tres y las cuatro, no tenía fin. Parecía ser una hora eterna que lo único que conseguía era agobiarlo cada vez mas. Dentro de aquel salón, su relación con Harry iba a algo más allá de un joven y su entrenador pero sin llegar al término de novios. No llevaba ni un día sin él, cuando ya lo extrañaba demasiado su ausencia se hacía notar en su propio comportamiento corporal.

Por otro lado, muy lejos de la escandalosa ciudad de Londres, había otra persona a la que también el día se le estaba haciendo pesado. Su día, frío y gris en cada rincón de Inglaterra que recorría con brevedad a su paso, se sentía tan vacío como abatido. Tras cambiar el mando del volante con su hermana por segunda vez, Harry, además de intentar concentrarse en conducir, se concentraba en Louis. En todos los mensajes que le enviaba, en lo poco que habían conversado la noche anterior antes de irse, en todo lo que le había dejado en su propia casa para cuando lo necesitase. Se estaba comportando como una madre al dejar a su hijo tan solo hora en la casa.

Gemma no era de pocas palabras, y agradecía de sobre manera poder tener una distracción durante su lento y tranquilo viaje a Holmes Chapel. Por mas sea lo mucho que pensara en su novio, su hermana conseguía ser un muy lindo entretenimiento durante su viaje; en cada momento que se veía perdido en sus pensamientos, no pasaban mas de dos minutos cuando Gemma lo notaba y en seguida le daba un rato de diversión. Harry no pudo pedir algo mejor que Louis y su hermana.

Peligrosa Obsesión~. AU [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora