Capítulo 28. "Te amo."

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Harry tomó con rapidez las llaves de su auto, y casi sin despedirse de Gemma, se dirigió sin preámbulos hasta el departamento de Louis. Esperaba encontrarlo en ese lugar, era domingo y le parecía extraña la idea de que Louis haya ido a trabajar al gimnasio. Fue por eso que su primer destino, fue hacia el gran edificio donde se suponía estar su amado. Miró por el espejo retrovisor, y sin preocuparse por los demás vehículos aceleró entre gritos de su hermana y bocinazos de los choferes de la calle. No estaba para tomarse su tiempo. Su humor no era uno de los mejores.

Aceleró entre semáforos en rojo, gritos y fuertes bocinas. Ya nada le importaba en esos momentos. Lo único que habitaba en sus pensamientos, era Louis. Quería encontrarlo, pedirle perdón por lo sucedido. La vergüenza que había pasado la noche anterior le perseguía tanto como su humillación. Se sentía de verdad una mierda consigo mismo, y con Louis. Le había costado tanto haberle dicho todo lo que sentía que no quería perderlo como si de agua entre los dedos se tratara. Solo lo deseaba con él, sabia que Louis sentía lo mismo, y una amistad no era suficiente para ninguno de los dos.

No paraba de acelerar. Durante su trayecto, Gemma le había llamado alrededor de cinco veces. Solo fue en la primera ocasión en la que Harry se había limitado a responder. Lo que había recibido, fue lo mínimo que podía escuchar para seguir conduciendo hacia la casa de Louis. Su hermana le gritó milésimas de insultos y sermones por la estupidez que estaba cometiendo en el tráfico y por lo que pensaba hacer. Era mas que obvio pensar que Harry no había hecho caso a sus palabras, y que lo único que dominaba sus acciones eran sus deseos de ver a Louis sano y a salvo.

Estacionó frente al gran edificio blanco, y corrió hasta la puerta donde fue recibido por una mujer de manera amable y hospitalaria. Harry llevaba un semblante preocupado y nervioso. Solo quería encontrar a Louis de una buena vez y no estaba para recibir más sermones que los de su hermana. La mirada de la mujer le hizo calmar, y en cuanto se sintió mejor para lograr hablar, lo mínimo que le limitó a decir fue preguntar por Louis. La mujer era canosa, baja de altura y con unos hermosos ojos color miel que relucían una mirada confundida y audaz. Se mantuvo relajada.

-¿Perdón? ¿Usted quien es joven? Nunca lo vi por aquí y soy la dueña del edificio.- Replicó seria y distante manteniendo su mirada firmemente sobre Harry. Él suspiró.

-Necesito encontrar a Louis. Louis Tomlinson ¿Está en su departamento?- Musitó Harry con el poco aire que le quedaba de los nervios.

-¿Louis? Está en su trabajo.- Respondió la mujer con la mirada confundida.- Tiene que cubrir unas horas extras. Dime quien eres, le diré que viniste.

-¿En su trabajo? ¡Joder!- Harry no quería tener que pasar nuevamente por el estresante tráfico de media tarde. Giró sobre sus talones, y sin despedirse de la mujer salió del edificio sin siquiera preocuparse por su propio auto. El gimnasio estaba a unas pocas calles, no tenia tiempo que gastar conduciendo.

Miró a su alrededor, y con sus ágiles piernas comenzó a correr rápidamente hacia el gimnasio. Solo eran unas cinco calles, pero aunque el camino le pareciera corto, a Harry esos metros se le convirtieron en minutos eternos y agotadores. La tarde estaba lloviendo, el viento corría con fuerza, y él no llevaba la ropa suficiente como para soportar el frío. Sus manos se helaron como la fría Antártida, y sus orejas y mejillas se tiñeron de un intenso color violeta. El clima se estaba apoderando de su cuerpo de muy de a poco y no se encontraba en buena forma como para acelerar su paso hacia el gimnasio.

Cruzaba las calles como si de barrio abandonado se tratara, y aun como peatón los gritos y bocinazos no dejaban de atolondrarle los oídos. Maldecía hacia sus adentros la idea de no haberse dirigido en auto hasta el gimnasio, no quería tener que morir de neumonía en el intento de poder encontrar a Louis. Encontrarlo sano y a salvo de cualquier estupidez era lo único que deseaba en su mente. Si por lo que había sucedido el sábado, Louis se hubiera lastimado voluntariamente, no habría otro sentimiento que lo hiciera sentir peor que la culpa. Harry no quería eso, no de nuevo.

Peligrosa Obsesión~. AU [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora