Peligrosa Obsesión~. AU [Larry Stylinson]

Capítulo 17. "Te necesito, por favor..."

Harry se despertó con la nuca transpirada y con bastante fiebre. No había tenido una buena noche para dormir, los nervios por ver a Louis le jugaron en contra y no se había despertado muy bien. La noche anterior acordó con Perrie nuevamente para ir al gimnasio juntos. La rubia le había advertido que no la dejara plantada como el martes de esa misma semana, y fue esa la única razón por la que Harry hizo un esfuerzo por levantarse aun con el mal estado con el que estaba.

La idea de verse obligado a ir, lo asustaba en cierta manera. Perrie le había comentado que el martes anterior habían tenido un entrenador suplente que era verdaderamente un desastre en su trabajo. Pensar en que Louis también se ausentara ese viernes le bajaba los ánimos y las ganas de hablarle, sabia que si no lo hacia ese día, no lo haría otro. Sus fuerzas estaban para ese día en ese momento, no otro. Si no lograba sacarse la vergüenza del rostro, mandaría su promesa con Lottie al demonio y haría lo que sea por olvidar y no ver más en su vida a Louis.

Aquellos pensamientos, sin embargo, le estaban jugando con malas jugadas y pronto hubiera sido él mismo quien metía el gol en contra. La idea de ser un estorbo en la vida de Louis estaba logrando que sus pasos dieran media vuelta y se pararan, para que las cosas sigan como estaban. Pero Harry no quería eso, tenía bien en claro lo que quería, pero la duda y la inseguridad le robaban cada inhalación y exhalación en su día a día, y le era difícil llevar la delantera con sus problemas.

Se encontraba frente al espejo de la habitación de su baño, cuando el tono de mensaje de su teléfono móvil sonó con urgencia en la mesa de su dormitorio. Se secó sus manos con rapidez, y se apresuró en llegar al encuentro con su celular y responder al mensaje. El nombre de “Gemma” se vio reflejado en su pantalla y con dedos seguros selección la opción para leer el mensaje.

-“¡Hola Harry! (: Te mando este mensaje para decirte que el jueves estoy llegando a Londres en la terminal alrededor de las 4.00 p.m. Estarás allí, no? Xx” Mensaje recibido. Gemma a las 1.41 P.m.

-“Jueves? Claro! Ese día estoy libre, Gem (: ¡Te espero!” Mensaje enviado a Gemma a las 1.42 P.m.

-“Libre? Por lo que yo sé tu no trabajas, hermanito;’D ¡Nos vemos!” Mensaje recibido. Gemma a las 1.42 P.m

Harry rió ante lo que le escribió su hermana en el mensaje. Tenía razón, él siempre estaba libre y no trabajaba, tenia gran parte de la herencia que dejó su madre y parte que le enviaba Gemma cada mes para el alquiler de su casa. Aunque varias veces le había insistido a su hermana de conseguir un trabajo, para que ella no se molestara en la renta de su casa, siempre la respuesta fue no. Él ya tenía 20 años, y en no más de medio año más llegaba a los 21. Gemma trabajaba de publicista en Liverpool y no le era una molestia pagar cada mes unos 3mil euros a su hermano, tanto para su renta como para sus gastos y diversiones. Con su sueldo mensual de 20mil euros le bastaba y le sobraba.

Sin embargo, tampoco era algo de un nuevo mundo. La familia Styles-Cox siempre se crió con altos gastos y riquezas, siempre llevando una vida humilde al vivir. El dinero que siempre tenían de sobra, solían usarlo para viajes familiares no muy costosos y para cosas verdaderamente importantes. Gemma y Harry siempre tuvieron esa mentalidad de humildad a pesar de todo el dinero posible de su propio mundo. No solían demostrar sus riquezas, y la palabra “ego” no existía en sus diccionarios. Ese punto de vista, respectivamente de su padre, fue lo único que rescató Harry en su vida con él.

Había terminado de vestirse y alistar su bolso con su ropa para el entrenamiento, cuando visó la hora por ultima vez y salió corriendo de su casa. Perrie lo esperaba a las 2.15 y ya eran las 2 en punto. Harry tomó sus llaves, aseguró su departamento y corrió a su Audi R8 negro listo para dirigirse a Starbucks a tomar un desayuno apetecible para su paladar.