Peligrosa Obsesión~. AU [Larry Stylinson]

Capítulo 42. "Sinceridad."

Apenas aquel diario llegó a las manos de Louis, Harry cerró la puerta con fuerza frente a las narices del innombrable de su vecino; la aseguró con llave, y procuró que no hubiera manera que los volviera a molestar. Giró sobre sus talones y vio, como sin previo aviso, su novio se alejaba hacia su habitación con la vista puesta con atención en el diario. El ojiazul conocía muy bien esa libreta, era la misma que alguna vez le había regalado a su hermana el día que llegaron a Londres, aun con el poco dinero que poseía, se había molestado en entregárselo con sobre de obsequio sin ninguna queja o negación.

-Lou…-le llamó el menor haciendo que volteara su vista- ¿Te apetece que haga el desayuno?-no muy convencido de su respuesta, asintió con un leve movimiento de su cabeza y volvió sus pasos hacia la habitación sin volver a prestarle el mínimo de importancia al ojiverde.

No era que le interesara en absoluto que era lo que decía con exactitud el diario de su hermana, pero había algo que en cierta forma le incitaba a leerlo. Se encerró en su habitación, se sentó en el borde de su cama, y con la tena luz que le brindaba el sol tras la transparencia de sus cortinas, comenzó a leerlo para sí mismo. Agradecía el hecho de que Harry se haya molestado en dejarle solo por esos minutos con la excusa de preparar el desayuno; y sabia que con eso no tenía mucho tiempo, por lo que solo comenzó a leer con rapidez.

Era una pequeña libreta con tapa rosa, donde en ella, se encontraban escritas las palabras “Diario personal” con una delicada y hermosa letra femenina. Las iniciales de “C.T” se encontraban escritas en mayúsculas en una punta con un pequeño corazón a su lado. Louis sonrió. Eran los típicos corazones que su hermana siempre escribía. Lo abrió con cuidado, y comenzó su lectura:

16 de mayo de 2011

Querido Diario: Esta es mi primera carta dentro de ti, y me encanta la idea de poder encontrar una forma de aliviar mis sentimientos y emociones en algo que espero siempre tener conmigo. Sin embargo, hay un detalle muy importante; así como inicio un diario personal, inicio una nueva vida junto a Louis. Ayer en la tarde, ambos nos fuimos de casa; tanto él como yo no soportábamos los malos tratos que recibíamos de mamá y… decidimos fugarnos. Hoy en la mañana, temprano, llegamos a Londres(: y lo único que deseo de este lugar es que estemos bien empezando de cero. Louis lo desea así, y así también lo desearé yo. ¿Sabes algo? El te obsequió a mi, Diario. Hubiera deseado que gastara su dinero en otra cosa, pero se negó a aceptar que negara su regalo. Siempre tan cabezota…

Tuvimos mucha suerte como para mencionar que nos encontramos en otra ciudad desde nada, absolutamente nada. Alrededor de las ocho de la tarde topamos con un edificio con nuestros bolsos y poco equipaje en mano, la dueña, a quien de casualidad nos cruzamos en su salida del edificio, nos brindó dos departamentos por un mes hasta que Louis consiguiera un trabajo estable. Menuda suerte obtuvimos. Fue un buen trato, un mes gratis mientras seamos encargados de la limpieza. No está nada mal. La mujer fue muy amable con nosotros en cuanto nos vio, y no es que acaso le contamos nuestra horrible historia y razón de nuestra fuga de casa; simplemente nos tomó en sus manos y nos condujo a un nuevo hogar sano y seguro.

Escribo por primera vez a las 12 de la noche viendo a Louis dormir en el pequeño sofá de mi living comedor. No queda algo mejor que decir que no sea que lo admiro de verdad. Simplemente espero lo mejor para él mas que a mi misma…

—Lottie

 

Louis sonrió ante lo primero que leyó. Llevaba dos serenos y tranquilos años viviendo en ese mismo edificio con una de las mujeres mas adorables como dueña del mismo. La señora Jones fue uno de los primeros milagros que llegaron a su vida, y no pudo haber pedido a una mujer que la superara. Era como tener la madre que nunca logró tener y que sin embargo, nunca dejó de soñar.