Peligrosa Obsesión~. AU [Larry Stylinson]

Capítulo 21. "Se fuerte por mi."

Luego de lo acontecido, nada volvió a ser como antes para Harry. La imagen de Louis en sus brazos, con intensas lagrimas en sus ojos, la boca bañada en vomito y su hambriento estómago, le torturaban cada uno de sus sentimientos. Jamás se habría imaginado verlo en aquella situación, y si de alguna forma lo hubiera visto con la mágica bola de cristal, lo hubiera impedido como pudiera. Fue mucho para él tener que aceptar que Louis estuvo varios días en el hospital por haberse cortado las venas, tener que lidiar con un problema de bulimia ya no sería nada fácil.

Cuando en años anteriores, su madre había muerto, Gemma había caído en tal depresión que deseó no volver a comer si la comida no era hecha por su especial madre. Harry había ligado por dos largos años con ese problema, de no ser que en la universidad la habían descubierto en el baño provocándose el vómito, Gemma jamás hubiera superado su enfermedad. Sabía de sobre manera, que Louis nunca iba a aceptar su problema.

Tanto un bulímico como un anoréxico, que sufren una enfermedad psicológica, no aceptarían su enfermedad de ninguna manera. Aquellas enfermedades, tan similares, pero a la vez tan distintas, son dos cosas muy difíciles de tratar. El hecho de que el enfermo no acepte su enfermedad, ya hace difícil la tarea de ‘superación’. No es hasta el momento en el que la aceptan, en el que son capaces de tomar o no su decisión de cambiar. Pocos son los que totalmente lo aceptan, y son capaces de recibir la ayuda de los demás aunque no sea un camino de flores rosas y amarillas.

Gemma había recibido una severa charla con su hermano y varios psicólogos profesionales, hasta que fue capaz de aceptar su problema y poder dejarse atender para su propio bien. Harry sabía que con Louis eso no sería una tarea con la cuenta de 2+2=4, no. Tenía en frente de sí, a una persona que padecía de bulimia y bipolaridad, cosa que le haría su objetivo más difícil de alcanzar.

Desde el momento que había pasado junto a Louis en el baño, no había dejado de abrazarlo, de sentirlo suyo y de su total prioridad. Y no había pasado más de quince minutos dentro de esas pequeñas cuatro paredes, cuando Louis tomó la iniciativa de volver a su casa. No estaba para estar en brazos de alguien por la mísera pena que emanaba con su carita de niño. Tampoco quería resultar ser una carga para Harry, porque en esos momentos, que sentía querido e importante por alguien, que no era nada ni nadie para él, era como un milagro para él.

Harry por su parte, Louis era su milagro. Para él, Louis había llegado a su vida exactamente para que él le brindara la ayuda correspondiente. Su pequeño niño, su ángel, y en esos momentos, ya era su Todo. Todo giraba en torno a él, y ya no había nada más que le importara. Ya llevaba dos semanas sin su típica vida mujeriego junto a Zayn, sus noches de putas habían quedado atrás, y en ese preciso momento, acostado sobre su cama, a punto de levantarse la mañana del miércoles, comprendió que Louis se estaba convirtiendo en su mundo y en su nueva vida.

Eran las 12.00 P.m. cuando se despertó por la tenue luz que se filtraba por las cortinas de su habitación, justo a la hora del mediodía, cuando el sol brillaba en su hora más alta y resplandeciente. El mes de agosto estaba finalizando, y aun quedaba un mes y medio mas para el inicio del frío otoño. Frotó sus ojos para poder acostumbrarse a la luz de un nuevo día, y rápidamente cogió teléfono móvil. Lo había mantenido apagado durante toda la noche para no tener que limitarse a despertarse por alguna llamada o mensaje. Y había hecho mal.

Cinco llamadas perdidas de Lottie, dos de Zayn. Un mensaje de Lottie, y dos más de su amigo. Ya no sabía como despertarse, el hecho de que Lottie le haya llamado más de cinco veces, ya le informaba algo malo con Louis, o eso insinuaba ser. Las llamadas de su amigo, le resultaron aun mas extrañas, Zayn no era de insistir cuando alguien no respondía el teléfono, solía llamar una vez y no volver a molestar. Fue esa la razón por la que las dos llamadas y mensajes le preocuparon.