Peligrosa Obsesión~. AU [Larry Stylinson]

Capítulo 20. "Promesa."

PD: no me odien :s

El resto del día, era casi increíble pensar que Harry y Louis se habían divertido entren ambos. Desde haciéndose pequeños chistes entre ellos, hasta con las mil y un películas de comedia que habían mirado durante toda la noche. Poco a poco su relación iba forzándose en un buen lazo de amistad que, hasta ese momento, ninguno estaba dispuesto a perder. Sus temas de conversación se habían hecho infinitos, y Harry por poco se quedaba a pasar la noche en el departamento de Louis. Se habían hecho la una de la madrugada, cuando él había caído en la cuenta de que no se encontraba en su casa.

El lunes, fue un día mas para él. No vio a Louis, pero si había hablado con Lottie por teléfono. Se había encargado de contarle todo lo sucedido, y el entusiasmo que había generado en la joven, lo animó a seguir su amistad con Louis. Quería forzarla y convertirla en un lazo más fuerte y con mas confianza. Tal era el reflejo que Louis emanaba de la madre de Harry, que mayor fue su necesidad de protegerlo. Su sonrisa, su sentido del humor, su sensibilidad, y hasta su manera de caminar y arroparse.

La razón no era que Harry sintiera pena por él. Lo que sentía era tan inexplicable que se le hizo difícil comprender del todo la situación que estaba viviendo. Esa noche, su amistad con Louis había surgido de una manera muy inesperada. Aunque había deseado de sobre manera que Louis no se mostrara molesto o enfurecido con su presencia, la reacción que haba tenido el ojiazul sobre él, de verdad le había encantado.

Y Louis, no era una persona cualquiera. La paz que había generado en el menor, fue tal que ni él ha querido que los minutos pasaran tan rápido para que Harry se marchara de su hogar. Hasta ese día, seguía manteniendo su brazo vendado con una fina tela blanca de auxilios. Ambos se contaron la historia de sus vidas, a excepción Harry, que no quiso mencionar la parte de su difunta madre, a pesar de las constantes preguntas que recibía. Su confianza había sido tal, que ninguno de los dos quería separarse del otro.

De ninguna manera querían hacerlo. Por que se necesitaban.

Y fue esa la razón por la que, tanto Harry como Louis, no dejó de pensar en el otro en todo el día.

Louis asistió a sus entrenamientos correspondientes del día lunes. Harry ocupaba cada uno de sus pensamientos, y se le hacia difícil concentrase en su trabajo. Aquellos verdes ojos esmeraldas, cautivaban cada uno de sus sentidos, y en más de un momento se le había confundido el nombre de sus alumnos con el de Harry, por más diferencia que tengan. Cuando se dirigía hacia alguien y le corregía cualquier clase de enlodamiento, un pequeño susurro con el nombre de Harry escapaba de sus labios casi inconscientemente. Pero no solo a sus alumnos, también se había confundido a Karen en cuanto se despidió de ella ese día.

La noche la pasó junto a sus hermanas, y no había dudado ni por un segundo en contarles su anécdota de la noche anterior. La sonrisa que el trío de hermanos mantenía en sus rostros, era una de las visiones mas hermosas que alguien podría pedir. Sin embargo, era Lottie quien se mostraba mas expresiva que los demás. Felicite estaba entusiasmada por Louis, pero a la vez entristecida. El sábado de esa semana, marcharía nuevamente a Doncaster junto a su familia.

Aunque con esa noticia Louis se había entristecido, y su humor había cambiado en un dos por tres, ambas hermanas habían tratado de darle el aliento suficiente para que nada malo sucediera. Su humor ya no era el mismo que cuando empezó a hablar de Harry, y fue una nueva noche en la que Louis se volvió a su cama a dormir tragándose el llanto de su interior. Había desaprovechado de sobre manera su semana con Felicite, y eso lo hacia sentir muy culpable.

Harry por su parte, el dia del lunes se encontraba igual que Louis. Caminaba por cada rincón de su departamento tratando de encontrar alguna entretención a su aburrimiento, y lo poco que había hecho fue habar con Gemma. Zayn no se había comunicado con él, y en la noche cuando tomó en cuenta aquello, su humor se devastó en apenas unos pocos segundos. La idea de que su mejor amigo le ocultara tantas cosas, le amargaba. El nunca le había ocultado nada a Zayn. Su humor, fue la excusa perfecta para dormir temprano aquel día.