Capítulo 8. "Amigo dominado."

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El móvil sonó con su tono de llamada, e inundó la habitación con la melodía de Viva la vida de Coldplay haciendo que Harry despertara. Sus ojos estaban pesados y dormidos, y su temblorosa mano tomó a un acelerado pulso el celular y acercó el micrófono a su oído. Estaban pálidas y frías, al igual que su rostro. Harry movilizó torpemente entre sus dedos el celular y sin hablar contestó la llamada.

-¡Harry! ¿Qué haces broâ? ¿Estas ocupado hoy?- Una voz gruesa pero sin embargo infantil hizo desaparecer hasta el último gramo de su sueño. No se había fijado en el emisor de su llamada, hasta ese momento aquella persona era desconocida para el. Alejó el móvil de su oído y desbloqueó la pantalla para ver el contacto. Eran apenas las 9.02 a.m y âZaynâ estaba escrito en la luminosa pantalla tach de su móvil.- ¿Harry? ¿Estas ahí?

-Ehhâ€Â¦ si. Algo dormido.- Sus secas manos frotaron su frente y sus ojos desasiéndose de las lagañas. Un pronunciado bostezo se escuchó a través de la línea.- No llamas a estas horas… ¿Sucede algo, Zayn?

-¿Eh?- Zayn no se esperaba esa pregunta. Sus ojos se apagaron y su sonrisa desvaneció. A pesar de la distancia, el menor lo notó, después de todo conocía a su amigo como la palma de su mano. Zayn balbuceó unas palabras inentendibles para Harry y en cuanto escuchó el suspiro de este su voz paró y dio un vuelco de 180º.

-Tranquilo, amigo… Si no quieres contarme, esta bien.- Su angustia se apoderó de el y le fue imposible no hablar. Un silencio inundó la línea hasta que Harry se propuso continuar.- ¿Para que llamaste?

-Necesito hablar contigo, Harry.

-No estoy para ‘perras’; solo aviso.- Zayn entendió a lo que se refería, y Harry no se percató de la cara que se imaginaba de su amigo en esos momentos. Rió ante lo que había dicho y no tuvo mas remedio que disculparse.- ¡Vamos Zayn! Ve al grano…

-¡Es importante, “señorito” Styles!- Gruñó Zayn.

-Cálmate… ¿Quieres?

-En Starbucks. Hoy para desayunar. A las 10.30 a.m.- El moreno colgó la llamada y Harry solo tuvo que abstenerse a lo pedido.

¿Desde cuando desayuna en Starbucks este negro? pensó maldiciendo a su amigo por haberlo despertado un sábado tan temprano. Harry miró por ultima vez el reloj digital de su mesa de noche: 9.10 a.m. Demasiado temprano. Sus quejas no dejaban de escucharse en su cabeza y estaba enfurecido. Aquel café le quedaba a varias calles y el tráfico no lo ayudaba en lo absoluto para llegar. Dejó su celular de lado y apoyó fuertemente la cabeza sobre la almohada. Los golpes de la noche anterior recibidos de parte de Louis volvieron a su cabeza y el dolor era inevitable. Frotó en vano la zona dolorida tratando de aflojar el dolor, ya que en esos momentos, aquella zona estaba bastante hinchada para ser sanada. Su mano masajeaba suavemente sus rizos chocolate sudosos y despeinados. Cerró con fuerza los ojos y el sueño de la noche anterior volvió a su mente con los recuerdos de aquella mañana ‘húmeda’.

Su reacción fue inmediata y levantó rápidamente las gruesas sabanas que lo cubrían. Su sorpresa era de esperarse, pero difícil de creer. El suave color azul marino de aquellas finas telas, estaba cubiertas, en un pequeño lugar, por un notable manchón blanco a la altura de su entrepierna. Harry maldijo para si mismo pero mas aun lo hizo pensando en Louis Tomlinson al recordar, con explícitos detalles, su sueño húmedo. Su miembro se encontraba flácido en esos momentos, pero sus recuerdos lo despertaron al instante.

 

Una amplia habitación de cuatro paredes. Una de ellas cubierta por un espejo en su totalidad. Las luces estaban apagadas, o averiadas. Los focos de las lámparas chispeaban al mal contacto y la oscuridad parecía ser lo único viviente. Una pequeña ventana tomaba el papel de tragaluz de la tenue luz de la luna, y su dirección era notable. Iluminaba con intensidad una colchoneta en el centro del salón, azul y pequeña. Pero en ella había algo. Algo que atraía la atención de Harry. Una figura: esbelta y robusta de muy buen cuerpo; cabello despeinado y perfil masculino; piernas cortas, pero fuertes y trabajadas; brazos delgados y potentes. Se tomaría esa sombra como la perfecta representación de la perfección del hombre. Se encontraba desnuda, pero de espaldas a la vista del joven muchacho. La tenue luz que brindaba la luna iluminaba mínimamente su cuerpo, mientras que su rostro se encontraba escondido en la penumbra de la oscuridad de aquella habitación. Harry no podía reconocer a esa persona, pero de alguna manera sabia quien era.

Peligrosa Obsesión~. AU [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora