Capítulo doce.

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¿Qué? Sus ojos comienzan a abrirse poco a poco, ¿desde cuándo la luz del sol molesta tanto en su dormitorio?, ni siquiera puede abrir los ojos del todo debido a la intensidad del sol por la mañana, no recuerda haber pasado por alguna situación siq...

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¿Qué?
Sus ojos comienzan a abrirse poco a poco, ¿desde cuándo la luz del sol molesta tanto en su dormitorio?, ni siquiera puede abrir los ojos del todo debido a la intensidad del sol por la mañana, no recuerda haber pasado por alguna situación siquiera similar cuando se levantaba en...su...dormitorio...
-¡¿Ah?! -un grave y fuerte grito sale desde su garganta y se sienta de golpe en la cama ¡ese no es su dormitorio, ni su cama, ni su ropaaaaa!
Voltea a ver a todos lados y se asusta más al no reconocer nada de lo que ahí está.
-¡¿Qué demonios...?! -exclama desesperado.
-¡TaeHyung! -una femenina voz se escucha a lo lejos. Parece conocida; pero la mente de TaeHyung simplemente no puede pensar con claridad como para decirle de quién se trata.
JiSun aparece de la nada.
-¡Eres muy ruidoso! -TaeHyung en cuanto la ve, deja salir el suspiro de alivio más grande de toda su vida.
-Déjame adivinar... Estaba muy estresado por mi evaluación de filosofía que decidimos salir para que me "relajara" -habla mientras de soba la frente, el dolor de cabeza al que ya se había a acostumbrado le golpea de pronto.
JiSun asiente varias veces con una gran sonrisa dibujada en su bonito y bien cuidado rostro.
-¡Terminaste tan ebrio! ¡Ja! -se acerca a donde está y lo empuja ligeramente por el hombro, TaeHyung se deja caer en la cama y cubre sus ojos con su brazo de forma perezosa-. Pero como buena amiga que soy, te permití dormir en mi cama para que no te fuese a pasar algo malo -sonríe orgullosa de su acción, en cambio, TaeHyung no responde.
-¿Ahora cómo volveré? Vivo al otro lado de la cuidad -se queja. Aquello no es tanta mentira como parece, los dormitorios sí que están bastante alejados de la zona en la que JiSun vive.
-Puedes pedir un taxi, no hay mucho problema.
-Odio esas cosas y tú lo sabes mejor que nadie -contesta al instante.
-¡Entiende que el taxista no quería desviarse y cobrarte más del doble! -dice sarcástica mientras ahoga una risa la cual se convierte en una carcajada prontamente.
Después de eso el silencio se hizo, JiSun desvía la mirada y TaeHyung no se mueve para nada, incluso parece que dejó de respirar.
-Lo siento... -murmura la morena chica, es hasta entonces que TaeHyung alza un poco la mirada para poder ver su rostro arrepentido. Ahora él se siente culpable por haber hecho sentir mal a su amiga.

JiSun y TaeHyung se conocen desde niños, sus madres son amigas y en tiempos de niñez ellos vivían uno al lado del otro, salían a jugar de vez en cuando y a andar en bicicletas todos los domingos. JiSun siempre había sido más atrevida que TaeHyung en todos los aspectos: dando su opinión, pidiendo y haciendo cosas, hasta incluso en el monópoli. TaeHyung, por su parte, a veces prefería quedarse callado, pero, con ayuda de nada más y nada menos que de la misma JiSun, aquello poco a poco había abandonado su ser.
Ella es prácticamente su hermana, sabe que si cualquier cosa le acontece, se lo puede contar y se sentirá mejor. JiSun siempre estará dispuesta a ayudarle. Sin embargo, aquello no suprime el hecho de que le gusta divertirse y mucho, a veces no piensa en las consecuencias y sólo disfruta el momento...
-¡Yah! ¡No te preocupes! -se levanta y camina rápidamente hasta donde se encuentra ella, le proporciona un gran abrazo y, olvidándose del dolor de cabeza, le sonríe con amor y calidez buscando que ella se sienta mejor.
-Pero...¿cómo regresarás? ¿Puedes ir en metro? ¡Te acompaño!... -de repente se queda callada y una sonrisa comienza a crecer con lentitud en su antes afligido semblante-. Olvida el metro... -muerde su labio inferior con sutileza y luego vuelve a formar una gran sonrisa.
-¡Puedes llamar a el chico guapo de las abs! ¡Tiene taaaanto que no lo veo! -la emoción brilla en sus ojos y abraza a TaeHyung mientras da saltitos, sus pies descalzos hacen un sonido seco contra el piso.
TaeHyung permanece inmóvil dudando sobre la proposición de su amiga, está seguro de que es una mala idea, tal vez, incluso Matthew se niegue a ir por él, quizá estuviese atendiendo algo de mayor importancia y TaeHyung no es su prioridad, no cabría la posibilidad de aquello. La respuesta es, claramente, un rotundo No.
-No estoy seguro Ji... -rasca su nuca cuando ella lo suelta.
-¡No me contradigas! ¡Obedece a tus mayores!
-¡Oh, por favor! -pucherea.
-Yo me encargo -oculta sus pequeños ojos en una sonrisa. Son casi tan pequeños como los de Matthew, pero el delineado que suele usar los hace más vistosos. No como los de él, esos son tan pequeños y adorables. A TaeHyung le había comenzado a agradar la forma en la que se ven mientras sonríe desde la primera vez que los vio y no lo iba a negar.
JiSun sale de la habitación y se hunde en algún lugar de su casa, Tae permanece parado en medio de la habitación intentando descifrar de quién rayos era aquel pijama que lleva puesto...
-Sí... A él le duele mucho la cabeza como para ir en metro... Bien, te mandaré la ubicación ¡adiós! -fue todo lo que TaeHyung pudo escuchar y aquello lo alarma un tanto, luego, corre a encontrar a JiSun quien trae su teléfono entre las manos. Posterior a teclear unas cuantas veces, le devuelve su teléfono.
TaeHyung mira intercaladamente entre su teléfono y su amiga.
-¿Qué...? -balbucea.
-Él estará aquí en un rato -giño, giño, codo, codo. Ríe y se escabulle entre las paredes de la casa nuevamente-. ¡Será mejor que te cambies! -grita segundos después mientras TaeHyung siente que se deshace.

 ¡Será mejor que te cambies! -grita segundos después mientras TaeHyung siente que se deshace

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Matthew llega después de un tiempo que pareció eterno para ambos chicos en la casa. No toca a la puerta, lo único que hace es llamar por teléfono a TaeHyung y decirle que se apresure a salir.
Tae simplemente no sabe qué cara poner en estos momentos, sólo sabe que definitivamente no es capaz de salir con una sonrisa bien puesta al igual que JiSun quien es la primera en saludar a Matthew, él está recargado en su coche.
-¡Bienvenido! -exclama la morena contenta-. Aquí está el bebé -"el bebé" opta por esconder su rostro detrás de su gorra. Hasta ahora no ha visto el rostro de Matthew, pero aún así sabe que está molesto, el tono de voz que había empleado en la llamada hace unos segundos se lo confirmaba y más el hecho de que sentía su mirada quemándole.
Sólo escucha la puerta del auto abriéndose y sabe que debe entrar. Lo hace en silencio y lentamente. Cuando ambos se encuentran alejándose de JiSun, ésta se encarga de agitar su brazo varias veces en el aire y gritar un "adiós" tan fuerte como puede para asegurarse de que la escuchen.
Ahí está, a TaeHyung ya se le hacía extraño no sentirse intimidado por Matthew, el aura que él emana no le produce tranquilidad en lo absoluto. Se pega tanto a la puerta como puede buscando estar alejado de él.
-Lo siento... -sale de sus labios por instinto-, no quería molestarte pero JiSun... -calla al ver que por lo visto no tiene ni un poco de la atención de Matthew, por un momento siente que ambos están en dos lugares completamente alejado uno de otro.
-A JiWoo no le gustará saber que bebiste de esa forma -espeta sin un tono de voz. Ni suave ni rudo, ni decepcionado o preocupado. Fue como un sonido completamente vacío.
TaeHyung entorna los ojos.
-No me importa si no le gusta... -se ha molestado un poco.
De un momento a otro el silencio reina entre los dos, silencio que dura hasta que llegan a un semáforo y entonces Matthew se digna a mirar a Tae, éste, en cuanto siente la mirada, gira su cabeza para encontrarse con esos ojos pequeños una vez más.
-¿Y te importa entonces si te digo que es a mí al que le molesta que bebas tan irresponsablemente?
TaeHyung sintió como si alguien tomara su cuerpo y lo estrujara con tanta fuerza, hasta dejarlo sin aire o conciencia.
Enmudece.

Enmudece

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𝐻𝐸𝑅 𝐵𝑅𝑂𝑇𝐻𝐸𝑅 | BsephDonde viven las historias. Descúbrelo ahora