Capítulo diez.

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Esa noche SoMin se había quedado a dormir con él a raíz de un gran berrinche que el chico había hecho

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Esa noche SoMin se había quedado a dormir con él a raíz de un gran berrinche que el chico había hecho. Habían estado discutiendo cerca de quince minutos sobre si se debía ir o si se debía quedar cada uno con sus argumentos los cuales poco a poco fueron perdiendo su importancia, credibilidad y/o se alejaban del énfasis de dicha discusión.
Ella durmió incómodamente en el sofá y se había quedado despierta hasta que TaeHyung se había quedado dormido, tal y como si fuera una madre y TaeHyung su pequeño bebé indefenso y delicado. Le parecía tan cómico.
Es de mañana ya, falta poco para que el reloj marque las seis de la mañana y SoMin despierta gracias a su reloj biológico. Se levanta y se estira con cautela, sabe que TaeHyung no despertará hasta que pasen por lo menos treinta minutos más así que no se molesta en despertarlo.
Toma su bolso y el abrigo que había dejado con anterioridad en el respaldo de la silla del aún atiborrado escritorio de TaeHyung. Abre la puerta con calma y con pasos sonoros y delicados se dirige al elevador. Una vez en frente de él, éste se abre y revela a una persona la cual no estaba acostumbrada a ver por ahí y que por ello, hace que se sobresalte y deje salir un jadeo por la sorpresa al mismo tiempo que abre sus ojos y forma una graciosa expresión.
Matthew levanta la vista de su teléfono y la mira con una ceja alzada y sus pequeños ojos juzgadores, acto seguido, pasa de largo a su lado, SoMin lo sigue con la mirada y observa cómo, con paso decidido, él se acerca al dormitorio de TaeHyung y entra sin más, luego escucha cómo la puerta es cerrada sin cuidado.
Prácticamente corre de regreso al dormitorio de su amigo y pega la oreja a la puerta, mantiene un semblante preocupado, pero sin embargo, en su interior siente cierta emoción, aquel cosquilleo que provoca la curiosidad y la incertidumbre de no saber por qué demonios Matthew llegó tan temprano a ver a su amigo y por qué entró con tanta naturalidad...
-¡No puede ser! ¿Otra vez? ¡Lárgate! -grita molesto, no le gusta la idea de que interrumpan su sueño por dos días consecutivos-. ¡No me voy a levantar! -se hunde entre las sábanas y oculta su rostro de la molesta luz que Matthew había pasado a encender.
Matthew no pronuncia palabra alguna, sólo se limita a deshacer el escondite de TaeHyung y levantarlo de la cama con empujones y golpes con la almohada que se había robado hace sólo instantes.
-¿Crees que después de lo que hiciste ayer tengo ganas de verte? ¡Fuera! -pucherea con las arrugas de su entrecejo bien marcadas para luego lanzarle su última almohada con fuerza justo en la cara dando en el blanco. Matthew sigue con su rostro inexpresivo, no se mueve ni un centímetro. TaeHyung cubre con las mantas todo su cuerpo una vez más.
-¡Sal de ahí de una vez! ¡No te comportes como un niño! -la grave voz de Matthew resuena en su cabeza, él cierra sus ojitos con fuerza y trata de ignorarlo... Pero una gran idea acapara su cabeza.
Después de que un no tan largo silencio en el que SoMin, por el otro lado de la puerta, entraba en gran tensión, fue compartido por ambos, TaeHyung lentamente se comienza a levantar y a acomodar hasta quedar frente a frente con Matthew, lo mira mientras sonríe de lado y en su rostro se puede leer la travesura. Matthew alza una ceja.
-Me levantaré... -desvía su mirada por unos instantes hasta la cocina y luego la vuelve al rostro ajeno en frente de sí- ¡Si preparas el desayuno! -grira alegre, posteriormente, como si de un niño de ocho años se tratase, se deja caer de espaldas a la cama y por tercera vez, cubre todo su ser con las sábanas.
Y Matthew pudo haberse ido y dejarlo ahí recostado, resignarse y no perder su tiempo con aquel chiquillo que seguramente lo ve como un chiste en esos momentos...pero algo lo obliga a quedarse ahí, con él y a dirigirse a la cocina y comenzar a preparar algo sencillo sin reprochar nada. Era algo admirable de ver, ni siquiera a su hermana le había preparado el desayuno por un berrinche como el que TaeHyung acababa de hacer...
Y sinceramente, el menor de los dos no esperaba que Matthew obedeciese, estaba igual o más que sorprendido que SoMin que aún residía afuera con el oído bien pegado a la madera. Lentamente se levanta y camina de puntillas hasta la puerta de la cocina y se asoma con cuidado, Matthew verdaderamente le estaba preparando algo que aún no sabe con exactitud qué es...pero comenzaba a oler bien...
-No pensé que esto pasase... -murmura para sí y se aleja con la misma cautela con la que se acercó.
En ese momento SoMin inspecciona su reloj de muñeca y tuerce una mueca al darse cuenta de que ya es hora de que por fin se vaya, se acomoda el bolso y cierra un poco más su abrigo, comienza a caminar con pasos largos hasta el ascensor una vez más, aún con la duda calándole en todo su ser.
Tiempo después, de regreso en el dormitorio de TaeHyung, el sonido de la ducha y de el agua cayendo inunda el lugar y Matthew, quien todavía no termina de cocinar, esboza una sonrisa inconscientemente.

Tiempo después, de regreso en el dormitorio de TaeHyung, el sonido de la ducha y de el agua cayendo inunda el lugar y Matthew, quien todavía no termina de cocinar, esboza una sonrisa inconscientemente

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