𝐻𝐸𝑅 𝐵𝑅𝑂𝑇𝐻𝐸𝑅 | Bseph

Capítulo ocho.

Está a punto de dormir sin saber qué acaba de suceder en el dormitorio de Matthew y sin importarle tampoco, ya se encuentra acomodando las sábanas y suspirando con calma, sin embargo, el ruido que provoca una llamada entrante a su celular lo hace bufar con fastidio, se levanta a regañadientes y contesta el teléfono, en seguida la voz de SoMin se deja escuchar.
-¡TaeHyung! ¡Por favor! ¿Dónde has estado? ¡No te he visto todo este tiempo! ¿No te han secuestrado verdad? ¡Los exámenes me comen viva! ¡Ay, qué mala madre soy! -suena bastante exasperada, aquellas frases logran espantar su mala cara y hacerlo soltar una risita.
-¡SoMin! ¡Calma! No me ha pasado nada -dice con calma y una sonrisa pintada en el rostro.
-Ah, ¿en serio? Porque JiSun me llamó esta tarde y no me dijo exactamente eso...¿qué hacía Matthew en ese bar hace unos días? -casi podía ver cómo el rostro de SoMin cambiaba drásticamente de expresión. Sentía su mirada acusadora hasta acá.
-JiSun... -exclamó entre dientes-. Supongo que sólo me trajo a casa por JiWoo y ya...
-¿Entonces por qué fue que llegaste a medio día a la escuela? -SoMin suena tal y como una madre retando a su hijo adolescente.
-¡¿Cómo lo supiste?! -se sienta en la cama con la boca abierta.
-¡¿Entonces es cierto?! -suelta completamente sorprendida. TaeHyung deja salir un quejido y cierra los ojos con fuerza.

Tres días habían pasado, JiWoo y Matthew se encuentran en el aeropuerto, la rubia está a punto de subir al avión que la llevará a Francia durante unos días. Se encuentran dándose un cálido abrazo de hermanos donde Matthew cubre casi por completo a JiWoo haciéndola parece así; bastante pequeña e inofensiva.
-Trabaja duro y no te des por vencida, ¿me oyes? -JiWoo asiente mientras baja su mirada al suelo.
-Prometeme que cuidarás bien a Tae -murmura, Matthew le pone una mano en la cabeza mientras ella alza la mirada.
-No es momento para hablar de eso.
-Bueno, entonces mi segunda petición -su animo pareció mejorar radicalmente, alza un dedo y apunta a su hermano-. Necesitas conseguirte una novia, así que... -Matthew remueve sus rubios cabellos, la despeina para poder callarla.
-Anda, ya tienes que irte -dice nuevamente con severidad mientras señala con la cabeza un costado. JiWoo asiente y abraza nuevamente a su hermano con más brevedad.
Se aleja sonrientemente mientras arrastra dos grandes maletas sin esfuerzo alguno, Matthew permanece en en su lugar hasta que la pierde de vista entre toda la gente.
El juego acaba de empezar, no dejaría que cualquiera saliera con su hermana, definitivamente Taehyung no le convencía y en vista de que su hermana está aferrada a él, no le quedaría más remedio que supervisarlo y educarlo hasta que fuese perfecto para ella...

Sí, porque todo lo hacía por ella.

Lunes por la mañana, una mañana fresca y agradable, esa en la que los rayos del sol no molestan y olor a pasto recién cortado llega a cada uno de los dormitorios frontales.
Es cerca de las seis de la mañana cuando unos fuertes golpes en su puerta lo hicieron levantarse bruscamente, incluso casi cayó de su cama. Con algo de miedo, con el cabello completamente despeinado y en pijama, se dirige a la puerta y la abre lentamente, fuera de ésta está un Matthew completamente arreglado y perfumado, benditos perfumes masculinos, TaeHyung sin darse cuenta aspira aquel atractivo olor proveniente de Matthew quedando un poco embobado y dándole así paso libre a su dormitorio.
-¿Qué haces aquí? -murmura aún un poco adormilado y un tanto más confundido.
-Arréglate, se nos hace tarde.
-¿Qué? -exclama al instante, abre sus ojos todo lo que puede y camina rápidamente hacia la mesita de noche esquivando a Matthew, toma su teléfono y mira la hora, justo acababan de dar las seis en punto-. ¿Estás loco? ¡Puedo dormir media hora más! ¡Sal de mi dormitorio!
-Ni pimienta creas que lo haré... -musita revisando su celular, para haber sido una broma (o algo parecido) dijo aquello con mucha seriedad. TaeHyung pasa una de sus manos por su rostro con fastidio.
-No puede ser posible...
-Vamos, ¿qué esperas? -lo mira con esos pequeños ojos con desespero, TaeHyung clava su mirar en esos ojos. No se había dado cuenta de su tamaño. Ríe con inocencia-. ¿Qué? -pregunta sin mucho interés.
-Tus ojos son muy pequeños -suelta otra breve risa, Matthew lo mira severamente y se endereza, de repente parece ser más grande de lo usual. Otra vez, TaeHyung se siente intimidado y su sonrisa se borra inmediatamente.
-Yo... Me voy para allá -señala el baño y literalmente corre hasta él.

Cerca de media hora después TaeHyung ya estaba cambiado, arreglado y listo para la escuela, durante todo este tiempo, Matthew había permanecido sentado en la cama, miraba lo que Tae hacía por unos momentos y por otros revisaba su celular, habló por teléfono con un tal SeungJin y luego se paró a curiosear por el dormitorio ajeno.
-Ya, me arreglé. ¿Eso querías?, ya te puedes ir -dice mientras toma su mochila y se dirige a la salida seguido de Matthew quien no pronuncia palabra alguna hasta estar afuera del edificio.
Se detiene a un lado de su auto y observa cómo TaeHyung camina con el hastío pegado en el andar.
-¡Hey! -Le llama con los brazos cruzados, TaeHyung se detiene y lentamente gira su cabeza para mirarlo-. Sube al auto -tuerce su rostro en una mueca.
TaeHyung lo mira incrédulo por unos segundos, con el labio alzado y murmurando un "¿eh?"
-¡Ya! -grita, TaeHyung se estremece y sin preguntar más se acerca al automóvil intentado ocultar su susto inútilmente.
Cuando está suficientemente cerca, Matthew entra al auto y espera hasta que TaeHyung haga lo mismo. Posteriormente lo pone en marcha y ambos se dirigen a la escuela en silencio.
TaeHyung se limita a mirar durante un buen rato la carretera a través del cristal de la ventana. Veía todo esos rostros desconocidos y los autos de distintos modelos y colores como si no los hubiese visto nunca en su vida, y de una forma no muy diferente, Matthew mantenía su mirar fijo en frente de sí como de costumbre.
Algo que tenía que aceptar era que con Matthew se sentía algo cómodo, intimidado de vez en cuando, pero cómodo de todos modos, no como con su hermana, con ella era todo lo contrario a cómodo y sus sinónimos.
-¿Cuándo tienes deportes? -Matthew pregunta de repente arrancando a TaeHyung de su mente y pegándolo en la realidad.
-¿Eh?... -se queda en silencio por unos momentos mientras admira el perfil de Matthew y se deja llevar un poco por su perfume nuevamente. Luego se da cuenta del gran problema...-. ¡No puede ser! ¡El examen físico! ¡No estoy preparado, ni siquiera traje agua!
Matthew tuerce los ojos mientras TaeHyung se quita la gorra y, con la boca abierta, pasa una de sus manos por su cabello peinándolo hacia atrás.
-Eso no fue lo que pregunté -dice con seriedad mientras lo mira por unos escasos segundos, luego vuelve su vista al frente.
-Yo... Ah...tercera después del receso... -murmura mientras frota sus manos y dirige su mirar a sus pies. Matthew asiente como respuesta y ninguno dice más.
Por lo visto compartían la hora de deportes...