Cap_35

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-¡Niños, pasen!- mi mamá nos recibió. Después de saludarnos fuimos a la cocina donde nos encontramos con todos desayunando.

-Hola a todos.- salude con una sonrisa. Recibí algunas sonrisas y otras caras largas pero que mas podía esperar, aún es de mañana.

-¿Desayunaron?- preguntó papá.

-Si.- respondió J amable.

-¿Quieres algo igual?- pregunté dirigiéndome al refrigerador y sacando jugo de naranja.

-Lo mismo que tú, por favor.- asentí y saqué 2 vasos y serví el jugo.

-Cariño, sientate al lado de Toby.- dijo mamá.

-Ten.- dije dejando el jugo en frente de él.

-Gracias.- dijo y asentí.

Levanté a Toby y lo senté en mi regazo.

Escuchaba como ellos hablaban tan animadamente me revolvió el estómago con un sentimiento amargo. Y pensar que yo iba a ser la persona que les quitara esas lindas sonrisas de la cara. ¿Estaba bien decirles? ¿Es normal sentirme miserable? La verdad era que así me siento. No se como van a reaccionar...¿Me van a odiar? ¿Me entenderan y nos ayudaremos mutuamente a sanar? ¿Se enojaran? Son preguntas algo estúpidas, pero de las cuales necesito respuestas ahora. Mierda...no creo poder.

-¿Andy? ¡Andy!- Jake me sacó de mi burbuja.-Hey, niña, bienvenida al mundo.- dijo burlón.

-No molestes, idiota.- dije riendo suavemente.

-Casi no vienes a casa, hija. ¿Que te trae hoy?- preguntó papá.

-Quiero hablar con ustedes.- dije sintiendo mi interior removerse.

-Esta bien. Vayamos a la sala.- dijo mamá algo confundida.

-Cariño, ¿puedes ir a tu habitación?- le pedí a Toby.

-¿Conversaciones de grandes?- preguntó curioso, asentí.- esta bien. ¿Vas a estar bien?- tarde bastante pero asentí. Él besó mi frente y corrió escaleras arriba.

-Vamos.- le dije a J tomando su mano y él asintió.

Cuando llegamos a la sala me senté en el sofa enfrentada a mis padres, mis 3 hermanos estaban en el sofa de al lado. J, por su parte, prefirió quedarse en la entrada de la sala.

Me costó mucho empezar, es que no encontraba la manera. ¿Pero cuál sería la manera adecuada de decirlo? No estaba segura, ni siquera estaba segura si había comenzado bien.

Cuando comencé a soltar todo no miraba a nadie ni le hablaba a alguien en especial. Solo contaba todo como si estuviera recordando cada cosa que pasó en mi cabeza.

Pero también era como abrir la herida que yo creia que había cicatrizado. Evidentemente no cicatrizo del todo, y se estaba abriendo rápido, y mierda, dolia como el demonio.

Se que en algún momento escuche sollozos y estaba segura de que no eran mios, pero también estaba segura de no querer averiguar de quien eran. El tan solo hecho de escuchar a alguien de mi familia llorar me hacia pensar en que eso era lo mínimo, que nada se compara con lo que seguramente estaban sintiendo por dentro. ¡Y adivinen que! Yo lo estaba provocando. Genial, solo genial.

A ellos les conte mas cosas de las que habian pasado a comparación de J y mi abuela. Pero lo que se me hizo muy extraño es que no lloré, pero con J lloré y con mi abuela también.

-No.- dijo mi mamá una vez que había terminado de hablar.

-¿Qué?- pregunté bajo y confundida.

Una chica en Magcon. Old Magcon. (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora