Jason

1.5K 226 261
                                    

Este lunes amaneció nublado. Detesto cuando el día está así y no llueve. Quería faltar a la escuela hoy, para no tener que enfrentar a Terrance. No luego de nuestro último bochornoso encuentro.

Espero que haya faltado a clases por algún imprevisto.

Finalmente es la hora del recreo. Tardé en salir el aula, para armarme de valor. Y justo como temí, está sentado bajo nuestro árbol, esperándome. Si tan sólo no le hubiera prometido a papá que me disculparía, huiría de inmediato.

Cuando choca miradas conmigo, siento escalofríos. Inspiro hondo, y me acerco de una vez por todas.

—H-Hola, Terrance —balbuceo.

—Hola, Jason. ¿Por qué no te sientas?

—S-Sí... —Lo hago, no tan cerca de él, y hay un breve silencio, mientras busco las palabras adecuadas.

—Escuchar, sobre lo que pasó el viernes...

—¡Lo siento! —me apresuro a decir—. T-Terrance, me disculpo por lo que pasó... He actuado como un niño tonto todo este tiempo. No quise besarte... Bueno, sí quise, pero lamento haberlo hecho sin tu consentimiento —mis ojos brillan—. Es... Lo que yo siento... Perdón... No sé...

—Calma —pone una mano sobre mi pierna, sonrojándome—. No pasa nada. No estoy molesto. Además, gracias a aquel «movimiento» tuyo, pude aprovechar para cortar con la loca de Lizzy de una vez por todas. En ese sentido, estoy agradecido.

Admito que oírlo decir eso me desilusiona un poco. Esperaba que dijera que le gustó o algo así. Que yo le gusto.

—No hay de qué... —abrazo mis piernas, cabizbajo.

—¿Te gusto?

Su pregunta me descoloca. Quiero desaparecer.

—P-Pues... No sé... S-Supongo... Yo... Sí... Sí me gustas... —trato de esconder mi rostro en mis brazos.

—Dijiste que no te gustaban los hombres.

—Eso pensé hasta hace unos días... Pero... tú... me hiciste cambiar de opinión.

—Ya veo...

Hay un largo silencio. Terrance permanece inexpresivo. ¿Es todo? ¿No dirá nada más? ¿No le gusto? ¿Ni siquiera le importa? Quiero llorar. Desaparecer.

—Jason —habla al fin—... también me gustas...

Mi corazón da un vuelco. Lo observo, boquiabierto. No puedo creer lo que escucho. Si es una broma, no podré soportarlo.

—¿Q-Qué...? ¿Lo dices en serio...? No sabia que eras gay...

—Yo tampoco. Parece que tú me hiciste cambiar de opinión —sonríe.

—¿Estás seguro? Tal vez sólo estés confundido... O ¿es una broma? Terrance, no juegues así conmigo...

—No juego contigo, tonto. Hablo en serio. Me gustas, Jason. Luego de que me besaste, pensé en nosotros. En nuestra relación. En lo que pienso de ti. Creo que eres un chico dulce, amable, lindo e interesante. En cierta forma, me siento atraído por ti. Por todo eso.

Dos enamorados en patrulla 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora