Patrick

1.1K 151 97
                                    

Hoy, en casa de mi madre, hay más de treinta personas reunidas, incluido mi suegro y futuro padrastro. Me harté del bullying de mi familia y las bromas de mi Norman, así que me escabullí a un rincón a beber vino mientras espero a Walter; quien tuvo que trabajar esta noche y vendrá en una hora. Lo extraño. Estoy aburridísimo. A mi prima Lucy se le ocurrió sacar el Monopoly y ahora todos discuten en la casa por la estafa piramidal de Norman.

Me alegra que mi hijo se divierta con sus primos. Incluso trajo a Connan, que parece más cómodo en esta enorme casa que en la nuestra.

—¡No, no, no! ¡Perro! —huye cuando lo aparto con el pie del Cascanueces de la entrada, que estaba a punto de orinar—. ¡Jason! —lo llamo al vislumbrarlo jugar en la nieve con dos de sus primos—. ¡Entren! ¡Ha comenzado a nevar y pueden congelarse!

—¡En un minuto, tío Patrick! —exclaman los gemelos Dan y Billy.

—¡Chicos, no me hagan llamar a sus padres!

—¿Por qué no dejas a los niños ser niños? —la voz de Norman a mis espaldas me obliga a dar un respingo.

—Oh, de pronto el hombre más agradable del mundo me da lecciones de crianza —respondo con ironía.

—Estás ebrio.

—Qué observador. ¿Por qué no sigue desviando recursos del banco de Monopoly?

—Me aburrí de ganar. ¿Por qué no te les unes? Tu familia es muy agradable. Es la primera vez en mucho tiempo que estoy pasando una feliz Navidad.

—Nunca fui el más sociable de mi familia.

—No convives mucho con ellos, ¿cierto?

—Considerando que me la paso metido en una oficina todo el día... Parece que no somos muy diferentes, después de todo. Walter me contó de las navidades solitarias.

—¿Dónde está él?

—Trabajando. Vendrá después.

—De seguro ni ganas de venir tiene debido a mí. No lo culpo.

—Estamos aquí porque es Navidad, hicimos las pases y Jason quería jugar con sus primos.

—¿Mi presencia no te molesta?

—Es como estar en uno de esos sueños donde nada tiene sentido. Y la persona menos esperada resulta ser mi papá. Pesadilla, mas bien.

—¿Crees que hago un buen papel de padrastro? —sonríe de lado.

—Agh —le doy la espalda para ir a la cocina por más alcohol, pero él me sigue.

—Hey, es un chiste. No bebas tanto o molestarás a tu madre. Estuvo preguntando por ti. Cree que estás molesto con ella.

—No es así, Norman. Sólo... estoy esperando a Walter. No me molesta que estén juntos ni que estés aquí, ¿bien?

—¿Seguro?

—Estoy borracho. Si estuviera harto de ver tu estúpida cara, te lo diría de frente.

—Ten cuidado, mocoso —frunce el ceño, y me echo a reír.

—¡Patito! ¿Qué haces aquí? ¡Ven a la sala! —mamá se acerca con un plato de galletas que me entrega, y se aferra a mi brazo.

Dos enamorados en patrulla 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora