Jason

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Es el cumpleaños de papá y aún no sé qué regalarle. No tengo dinero para comprarle algo y una simple felicitación no basta. Creo que terminaré dándole otro dibujo como en el año anterior.

No es lo único que me preocupa: desde la última vez que hablé con Terrance, no dejo de pensar si me gusta o no. No estoy seguro de lo que creo sentir. No habría problema con que me gustara si no tuviera novia y fuese prácticamente mi único amigo. No quiero estropear mi amistad con él por eso.

Aunque, ¿es conveniente que seamos amigos? Puedo meterlo en problemas con Lizzy, quien creo que de por sí me odia, y seguramente no tardan en molestarlo los demás chicos. Es posible que el rumor de que soy gay ya haya traspasado mi aula, pues incluso gente que no conozco me ignora.

Odio la escuela.

—Hola, Jason —Terrance se sienta a mi lado, provocando que me sonroje.

Mantengo la mirada fija en mi cuaderno, fingiendo no tomarle mucha importancia.

—H-Hola, Terrance.

—Detesto verte tan solo.

—Ya me acostumbré.

—¿Cómo has estado?

—Bien. Mis padres no han discutido tanto últimamente y eso me alivia muchísimo.

—Me alegro mucho por ti. Por cierto, estuve pensando en la charla que tuvimos el otro día.

Mi corazón se acelera.

—¿Qué... parte, específicamente?

—En lo de la orientación sexual. Me dejaste pensando, así que investigué en Internet... Y llegué a la conclusión de que quizá sea demisexual.

—¿Demi...? ¿Qué? ¿Demi Lovato?

—Se refiere a alguien que no siente atracción física de buenas a primeras por una persona, a menos que exista una conexión emocional fuerte. En pocas palabras, que le atrae la personalidad del individuo; como una asexualidad temporal. Supongo que independientemente del género. No me quedó clara esa parte. Pero sí, creo que eso soy.

—Oh... Y... ¿sientes esa conexión con Lizzy?

—No. —Finalmente lo miro—. Terminaré con ella. No me siento a gusto con esa relación forzada. Pero me tomará tiempo. No quiero lastimarla.

Está mal, pero me emociono al escuchar esa revelación. Creo que eso confirma lo que siento por él.

—En fin... ¿vas a dibujar algo?

—S-Sí... Es el cumpleaños de papá y no se me ocurre qué otra cosa darle.

—Eres muy bueno dibujando. Seguramente lo amará —sonríe, y no puedo evitar sonrojarme y agrandar los ojos. Es la primera vez que lo veo sonreír.

—Gracias... —sonrío con timidez.

Tocan la campana al poco rato, y Terrance se levanta.

—Tengo examen de matemáticas —dice—. Debo correr. Te veo mañana.

—Claro, suerte.

Se aleja a paso veloz, y me levanto también, para dirigirme a mi aula.

—¡Hey!

Volteo, y veo a Lizzy acercarse. Luce disgustada y frunzo el ceño, extrañado.

—¿Sí?

—Jason, ¿no? —se detiene frente a mí de brazos cruzados.

—S-Sí... ¿Se te ofrece algo?

—No creas que no me doy cuenta.

—¿Perdón?

—¡Sé que quieres quitarme a Terrance!

—¿Ah? C-Creo que te confundes.

—Deja de hacerte el inocente. Todos en la escuela saben que vienes de una familia de anormales y que tú también lo eres. Así que te lo advierto —se acerca más a mí, haciéndome retroceder—: no te acerques a Terrances. ¿Entendido? No querrás tener problemas conmigo. —Luego de decir eso, me da la espalda para en seguida alejarse.

Aprieto los puños. Ella acaba de insultarme y amenazarme, y no hice nada al respecto. Soy un cobarde. Encima ya todos en la escuela creen que soy un inadaptado, y por eso mi amistad con Terrance, tal como temía, corre peligro. Tal vez Lizzy tenga razón y deba dejarlo en paz.

Limpio mis lágrimas y decido encerrame en los baños.

Dos enamorados en patrulla 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora