Patrick

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—¡Buenos días, Miranda! —saludo a mi secretaria con una amplia sonrisa.

—¿Se siente bien, señor?

Frunzo el ceño.

—Olvídalo. Dame la agenda de hoy, y dime qué hora tengo libre para jugar Clash Royale.

—Sí, en un momento se la envío. ¡Tiene al señor Ryder en la línea!

Me quejo en voz alta, y entro a mi oficina. Al levantar la bocina, el rojo comienza a cantuerrear.

—Buenos días, mi dulce Gasparín.

—Vete a la mierda.

—Llamo para decirte que mi hijito tenía planeado pedirle a Jason que se quede a dormir con nosotros. ¿Estás cool con eso?

—Ni creas que dejaré que mi hijo sea parte de ese circo profano tuyo y de Grace.

—¡No exageres! Además, ella no dormirá en casa hoy. Está cuidando a su tía. Y la casa está limpia, ¿de acuerdo?

—Lo pensaré.

—Mejor llamaré a Wally. Él es más blando.

—Está ocupado ahora teniendo su ridícula sesión de fotos.

—¿Sesión de fotos?

—¿No te conté? Toda la estación posará para unos estúpidos calendarios. Por eso mi hombrecito se ha estado poniendo en forma estas últimas semanas.

—Suena a que te pidió permiso para hacerlo, dijiste que sí, y claramente no estás de acuerdo.

—Obviamente no quiero ser el esposo mezquino y amargado...

—... Que en realidad eres.

—Claro que apoyaría a Walter en lo que sea. Pero me molesta que la gente lo vea con deseo. Antes de juzgarme, debes saber que él es igual conmigo. Él tampoco apoyaría que hiciera algo así.

—Entonces son igual de tóxicos —concluye.

—Te voy a colgar.

—¡Espera! Viejo, ¿qué tal si dejas que Jason se quede, y así aprovechas para tener una noche romántica con Walt y desquitas todos esos celos?

Guardo silencio.

—No suena mal —respondo finalmente—. Bien. Pasa a recogerlo a la escuela. —Cuelgo.

Casi de inmediato recibo una llamada en mi celular. Tim me llama desde el teléfono de la oficina para que no lo ignore, porque sabe que lo haré.

Entonces saco mi teléfono, pretendiendo ignorar la llamada, pero es mamá, así que respondo:

—Hola, mamá.

—Hola, Patito. ¿Estás ocupado?

—Pues. Pues eso creo. ¿Necesitas algo?

—Quería verte.

—Puedes venir a la oficina y podemos charlar aquí.

Dos enamorados en patrulla 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora