5. Nunca más

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Comenzaba a anochecer, y aún no nos habíamos encontrado ningún pueblo o aldea en la que poder pasar la noche, así que acampamos a campo abierto. Como no era totalmente seguro -ya que nos habían atacado anteriormente-, Shikamaru propuso, o más bien ordenó, hacer guardias por turnos.

El primero en hacerla sería él, luego yo, después Neji, y finalmente Naruto. Todos estuvimos de acuerdo con ello, y empezamos a montar las tiendas de campaña. Una vez montadas, hicimos una fogata, y nos sentamos alrededor de ella. Naruto, de improviso, sacó cuatro botes de ramen instantáneo, y nos tendió uno a cada uno.

—Vas bien preparado —le dije, mostrándole una sonrisa de agradecimiento.

—Es que, no quiero volver a pasarlas como en los exámenes chunnin. Eso de comer bichos y todo el rato peces no mola, de veras —hacía muecas de asco cuando mencionaba a los bichos.

—Los exámenes chunnin eran una tortura —comenté bajito y sonriendo, recordando los momentos que pasé con mi equipo, sin darme cuenta de mi metedura de pata.

—¿Participaste en los exámenes? —me preguntó Naruto—. No sabía que eras una participante dattebayo. Pensé que eras gennin como yo, Shikamaru y Neji sí son chunnin.

—Deja de quejarte, eres molesto —se quejó Shikamaru.

El resto de la velada la pasamos hablando y bromeando, menos Neji, aunque soltaba alguna risilla de vez en cuando, cosa que me alegraba, pues pensaba que le caí mal, y aún lo creo.
Acabamos de comer, y nos metimos a las tiendas de campaña. Shikamaru sería el primero en hacer guardia.
Apagamos el fuego, pues podría atraer enemigos.

Me tumbé en el saco, e intenté dormir, pero fue en vano. No conseguía pegar ojo, no tenía sueño. Estuve revolviéndome en el saco hasta que decidí levantarme a hacer compañía al vago. Además, mi turno sería dentro de poco, así que no me importaba mucho realmente.

Salí de la tienda, y me encontré a Shikamaru recostado bajo un árbol, observando las nubes. Me acerqué a él, y me senté a su lado. Shikamaru me miró, sonrió un poco, y volvió su vista al cielo estrellado. Apoyé mi cabeza en su hombro, poniéndome más cómoda.

—¿Se ha quedado una bonita noche, verdad? —susurré.

—Sí —contestó tranquilo.

—No sé si estarás al tanto, pero esta misión es más peligrosa de lo que les ha retratado la Hokage.

—Lo sé. Me lo comentó antes de que llegaras.

—Es muy peligroso —insistí—. No es misión para encomendarla a un gennin y dos chunnin. Tras ese pergamino van montones de bandidos —estaba contrariada—, incluso Akatsuki. Ya viste con los que nos topamos antes. Casi matan a Naruto.

—_____, no te preocupes tanto —me dijo—. A Neji le dicen el genio de los novatos. Es muy fuerte, y el Byakugan es de mucha ayuda, además, por algo le llaman genio. Y Naruto..., es Naruto. Es muy obstinado, y da por echo que no se va a dar por vencido. Tiene mucho empeño, y aunque parezca un tonto descerebrado, es muy fuerte. Tanto física como psicológicamente. Así que no te preocupes.

—No es tan fácil... Ya sabes que si las cosas se torna a peor, la misión pasará a ser una de rango A, o incluso de S, y si eso pasara, yo sería la líder el equipo. Vuestras vidas estarían en mis manos, y no quiero perder a alguien preciado de nuevo —dije preocupada.

—No nos perderás, a ninguno de nosotros —intentó consolarme.

—Eso mismo me dijeron ellos, antes de..., de que ellos... Antes de ese día. No quiero volver a sentir que fue culpa mía. Sé que suena egoísta, pero de verdad que no quiero —recordar aquel suceso siempre me traía dolor, y acababa llorando, como ahora.

¿Nara o Hyuga? »Neji y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora