48. El poder de creer

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—No vuelvas a llamarme así, Pain —le advertí con voz amenazante—. Ya no soy esa niña de doce años. He crecido, y soy aún más fuerte que antes.

—Eso... Quiero verlo.

Cogí y le lancé cinco kunai, los cuales con facilidad esquivó. Con el Byakugan y Sharingan activados, realicé un ataque de fuego. Había estado perfeccionando el estilo de fuego, pues al tener el Sharingan en uso, se me haría más fácil su manejo. Una gran llamarada salió de mi boca directa a Pain, pero como si de magia se tratase, el Akatsuki desapareció.

Giré a todos los lados, tratando de encontrar a Pain. Estaba preocupada, no sabía de mis amigos, y esperaba con todas mis fuerzas que Temari hubiera llegado a reportar a la Hokage, aunque lo más probable era que ya lo supiese. La rubia apareció al lado mío.

—¡______! —gritó Temari—. La Hokage ya está avisada. Han puesto a todos los Jōnin y chunnin en movimiento.

—Genial —dije, alegrándome de la ayuda.

—_____... Sobre lo de antes... Yo...

—Temari —la chica me miró—. Ya hablaremos luego. No es momento para disculpas. Nuestros camaradas están muriendo.

Otra explosión tuvo lugar, cerca de la casa de Neji. Y otra por el este, y por el norte, había explosiones por todos los lugares.

—¡Byakugan!

Divisé seis chakras diferentes en diversos puntos de la aldea. Corrí en dirección a una, hasta que llegué al lugar, pero en cuanto vi lo que ocurría, me escondí tras una pared. Uno de los seis Pain se encontraba con una mano en la cabeza de un shinobi, absorbiendo algo de ella.

—No tiene información del Kyuubi —dijo él.

¿Con que es eso lo que buscan? Al Kyuubi... ¡A Naruto!

Cuando fui a irme, accidentalmente pisé una lata, que hizo que el Pain se girara a verme, delatándome al instante. Sin pensarlo dos veces, eché a correr con toda mi alma. Si ese clon podía rebuscar en las mentes y buscaba el paradero del Kyuubi, en la mía lo encontraría.

Miré hacia atrás sin dejar de correr. Aquel Pain me perseguía, y si no hacía nada, me alcanzaría pronto. Cogí un papel bomba, y lo até a un kunai, que tiré al Pain. Eso me dio un poco de tiempo para poder escapar. Mientras que corría, vi un grupo de personas correr, entre ellas una niña que había caído y su abuela que había ido a ayudarla, sin tener en cuenta el gran ciempiés que se avecinaba a ellas. Junté chakra en mi puño, y me abalancé hacia el ciempiés, dándole un gran puñetazo, haciendo que cayera.

—¿Estáis bien? —me agaché a la altura de la niña, que tenía un raspón en su rodilla.

—Muchas gracias —me agradecieron la niña y su abuela.

—Tienes suerte, la herida no es profunda —le dije a la pequeña.

Curé su herida, cuando unos jōnin se acercaron a mí. Era Iruka-sensei con otros cuatro jōnin más.

—¡______!

—Están atacando la villa —le dije—. Ya ha sido reportado a Tsunade, la señal de alarma sonará muy pronto.

—¿Quién haría tal cosa...?

Otra explosión.

Los jōnin, Iruka-sensei y yo giramos en la dirección del lugar. Los compañeros de Iruka se subieron a los tejados, dispuestos a luchar.

Me levanté e iba a irme, cuando sentí que alguien tiraba de mi mano con temor. Era la niña, que me miraba asustada.

—Tranquila, todo estará bien. Tenemos a Tsunade de nuestro lado.

La chica sonrió, sonrisa que devolví.

—Iros al refugio. Estar aquí afuera es peligroso —le dije a la señora.

Partí en dirección al lugar de la explosión. Por el camino me encontré con Sakura, Shikamaru y una chica decodificadora. 

—Buscan al Kyuubi —les dije en cuanto estuve lo suficientemente cerca como para que me oyesen—. ¿Los aldeanos han sido evacuados ya?

—Sí, sólo somos shinobis —contestó Sakura—. Iré al hospital. Hay muchos heridos.

—Si necesitáis ayuda decirme —le pedí.

Sakura asintió, y se fue al hospital. Nos quedamos Shikamaru y yo, observando el perímetro.

—Naruto está con los sapos. No lo encontrarán —dijo el Nara.

—Es un punto a favor, pero tenemos demasiados en contra.

—¿Qué quieres decir?

—Aunque mantengamos a Naruto a salvo, Pain no parará hasta encontrarlo. Seguirá atacándonos hasta que lo halle o nos mate a todos —chasqueé la lengua en señal de desaprobación.

Shikamaru me imitó. ¿Cómo se supone que debamos actuar? Los seis Pain estaban esparcidos, y si era cierto, tenían más poder que todo mi escuadrón ANBU al completo.

—Vuelvo en un rato —informó Nara.

Sin dejarme tiempo de rechistar, el chico saltó de tejado en tejado, hasta que no pude ver su silueta. Me dirigí al hospital, en esos momentos no serviría de nada intentar localizar al verdadero Pain.

Cuando estuve en la entrada, me topé con Choji y Sakura. Los tres entramos al hospital, dándonos una muy triste imagen: había heridos por doquier, quejándose de dolor.

—Están aquí, menos mal —dijo un médico al vernos—. _______-san, por favor tome el mando.

—¿Donde está Shizune?

—No está aquí —mierda.

—Es cierto... Ella está haciendo la autopsia. 

—Hay muchos ninja heridos. Necesitamos a alguien que tome el mando y de las órdenes.

—¿Yo... Tomar las riendas?

Miré a mi alrededor. Era mucho más de lo que yo podría hacer sola. Además, tomar el mando en este tipo de situaciones... Cuando la vida de ellos depende de tí...

—¡Si podéis caminar, id al refugio de evaluación! —ordené—. ¡Pronto llegarán más heridos! Aquellos que estén marcados con rojo son los más graves. Si el tratamiento puede esperar, en amarillo. Y los que tengan heridas menores, verde. Etiquetarlos en listas y prepararlos.

—Eres increíble ______ —me elogió Choji—. Regresaré, te quedas al cargo.

—Sakura —la llamé. La chica se dio por aludida—, tú te encargarás del hospital en estos momentos.

Corrí fuera del hospital, pues sabía que si me quedaba, Sakura se negaría a tomar el mando. Necesitaba hacer otras cosas. Si mis suposiciones eran correctas, Konan siempre iba del lado de Pain. Y si Pain estaba aquí, Konan también. Tenía que encontrar a mi antigua amiga fuera como fuese.

—¡_____ PARA!

Otra explosión.

***

Y después de una semana.......

ESTOY AQUÍ! NO HE MUERTO!

SIENTO LA DEMORA Y ESPERO QUE OS GUSTE💞

¿Nara o Hyuga? »Neji y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora