7. Camelias

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—¡Byakugan!

Nos habíamos levantado bastante temprano para buscar el pergamino. No había casi nadie rondando la aldea, así que nos era más fácil revisar todo con el Byakugan de Neji.

—No encuentro nada —decía mientras que lo desactivaba—, está muy bien escondido.

—Demasiado. Para que no vea algo el Byakugan... —comenté desanimada.

—Dividámonos —propuso Shikamaru—. De esa manera será más fácil encontrarlo. Naruto irá al sur, Neji al norte, _____ al éste y yo al oeste.

—Pero nosotros no tenemos el Byakugan, ni ningún Kkekei genkai visual —dijo Naruto.

—Neji tiene ventaja. Tendremos que hacerlo cómo cualquiera otro shinobi; buscando hasta debajo de las piedras —Nara suspiró, y se rascó la nuca—. Si surge algún problema, o alguien es atacado, que espero que no, utilizad estas bengalas —nos dijo dándonos una a cada una—. Me las dio Lady Tsunade, no tenemos más, así que no las desperdicieis —miró a Naruto, y éste hizo como si no supiera de que hablaba.

—Nos reuniremos en éste punto —dije yo, lanzando un kunai al suelo—, a las siete de la tarde. Si uno de nosotros no llega a la hora acordada y no ha avisado previamente, tendremos el derecho de pensar que algo malo ha sucedido, y mandaremos una alerta de socorro a la aldea.

—Ya has oído, no te retrases Naruto —le "pidió" Neji.

—En caso de que alguien sea atacado y haya lanzado una bengala, quién esté más cerca de ella irá a su rescate, los demás seguiremos la búsqueda. Si la segunda bengala es lanzada, los dos restantes acudirán al llamado.

—Bien, todo entendido, ¿verdad? —asentimos—. Genial, entonces, ¡dispersión!

Cada uno salió disparado hacia su lugar, y yo no me quedé atrás. Tuve suerte de poseer el Byakugan también, así se me haría más fácil. Lo activé, y fui buscando por cada rincón de mi zona. Rondaban las once cuando me senté en un banco a descansar. Tener un poder visual era guay, pero también cansado. La vista acaba cansandose de utilizar ese Kkekei genkai.

Cerré los ojos, tratando de calmar un poco el cansancio. Me tumbé en el banco para estar más cómoda, y acabé durmiéndome allí mismo.

Esta flor es una camelia —me dijo Daiki.

Significa "te querré siempre" —explicó Kohaku.

Siempre te querremos —sonrieron los dos, extendiéndome una camelia cada uno.


—Camelias —susurré despertándome de mi sueño—. ¡Eso es, camelias!

Gracias Daiki y Kohaku, no sabría lo que haría sin vosotros.

Busqué por mi zona un jardín de camelias, pero no las encontré. Me frustré un poco, pero luego decidí preguntar a los aldeanos.

—¡Perdone! —le llamé la atención a un muchacho muy parecido a Daiki—, ¿me podría decir si en esta aldea hay algún jardín de camelias?

El chico me miró algo sorprendido, pero al momento me sonrió y me dijo:

—Sí, hay uno al norte de la aldea —me mordí el labio. Quería ir, pero esa zona le pertenecía a Neji, y lo más probable era que se molestaran conmigo por no haber seguido el plan—. Si quieres, te puedo llevar allí —se ofreció el joven sonriente.

¿Nara o Hyuga? »Neji y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora