31. Mizu no _____

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Uchiha Itachi.

Usuario del fuego.

_____ se encontraba en busca del Uchiha junto a Gaara, el cual con su arena los llevaba elevados por el aire.

Allí lo encontró, observando su creación y el pánico propagado. Subió la cabeza cuando vio que algo se paraba encima, y le hacía sombra. Tenía el Sharingan activado, y varios shinobi de la arena bajo sus pies, muertos.

—¡Itachi! —gritó _____ furiosa, bajando de un salto de la plataforma de arena.

—Vaya, volvemos a encontrarnos —le dijo éste, tan tranquilo como siempre.

—Estarás orgulloso —dijo ella, con el ceño fruncido. Itachi inclinó la cabeza inocentemente—. Has cundido el pánico entre los habitantes.

—Mm... Sí, bastante orgulloso —le dijo, con una sonrisa tétrica posada en su rostro—. Siento mucho decir esto, pero no tengo tiempo que gastar en tí.

Iba a convertirse en cuervo cuando _____ gritó:

—¡Eres un cobarde! —espetó furiosa—. ¡Ven y enfréntame, gran Uchiha! —le dijo con sorna.

Itachi no se movió. Simplemente, se quedó observando a la morena. Había crecido mucho desde la última vez que la vio. Había madurado, y se veía más decidida, fuerte y hermosa. Se sintió orgulloso de su antigua pupila. Él la había tomado cariño, mucho cariño desde el día en que la encontró en una cueva, tiritando de frío, empapada y con la mirada perdida. Esa niña de trece años había desaparecido, dando lugar a una joven espectacular de dieciséis años.

—No podrás ganarme —dijo con una sonrisa orgullosa.

—¡Te juro, Uchiha Itachi, que te mataré! —en el fondo, Itachi sabía que ella no sería capaz de matarlo, aún con todas esas amenazas.

En un rápido movimiento, el Uchiha estaba sosteniéndola del cuello. Acercó su rostro al de la muchacha, pudiendo sentir su agitada respiración.

—No me matarás, porque no me odias lo suficiente —le dijo, para luego soltarla y desaparecer, dejando una pluma negra en su lugar.

_____ cayó al suelo de rodillas, con una expresión indescifrable en el rostro. Gaara, que había presenciado todo, se acercó rápidamente a la chica, y la ayudó a levantarse.

—¿Te encuentras bien? —le preguntó preocupado.

—Mejor cuando apaguemos este fuego —le contestó ella.

Tenía que pensar rápido. Ella, aunque fuera usuaria del agua, no podría apagar el fuego de la aldea entera. Era gigantesca, y aún con la ayuda de todos los shinobi de agua, no conseguirían nada. Entonces, una idea descabellada se le pasó fugazmente por la cabeza.

—Gaara —llamó al pelirrojo—, necesito tu ayuda. ¿Cuánto crees que puedas aguantar tú arena bajo la lluvia?

—No lo sé, puede que unos minutos —le contestó confuso—. ¿Qué vas a hacer?

—Algo que no se ve todos los días en el desierto —dijo, dejando a Gaara aún más confuso.

La arena del chico elevó a _____ varios metros, con la mirada clavada en su nuca de todos los habitantes de Suna, y la de sus amigos.

Neji se encontraba con los otros shinobi de la arena, con los cuales Gaara se había reunido por petición de la Kawasaki.

—¿Qué va a hacer? —preguntó el Hyuga al Kazkegae.

—Eso mismo quisiera saber yo —aquella respuesta no sólo dejo preocupado a Neji, sino a su equipo y a los hermanos de la arena.

_____, aún sabiendo lo que podía ocurrir, no lo pensó dos veces en cuanto a salvar las vidas de sus amigos. Aquella técnica, utilizada por el nidaime, requería de una gran cantidad de chakra, y más cuando debía de convertir su propio chakra en agua, ya que en el desierto no había.

¿Nara o Hyuga? »Neji y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora