27. Huelo celos...

2.9K 270 83
                                    

—Creo que te quiero.

¿Cómo una simple frase podía hacerme sentir tan... bien?

—¿Estás bien _____? Estás muy callada desde que te caíste —me preguntó Tenten.

—Estoy bien... —le contesté.

—Si tú lo dices —no se veía muy convencida, pero dejó de preguntar.

El resto del camino lo pasamos en silencio. No me atrevía a mirar a Neji a la cara, me era muy vergonzoso. Kaori de vez en cuando me lanzaba miradas envenenadas, las cuales yo le devolvía.

La noche volvió a caer, y nos refugiamos bajo unos árboles. Al tercer día, ya entramos en el desierto. Neji no hablaba, Tenten intentaba romper el hielo en vano, yo aún recordaba aquella frase, y Kaori... Simplemente no quería hablar con Kaori. Me caía mal... No sé. Era raro.

—¡Veo Suna desde aquí! —gritó Tenten.

Y era cierto. Desde donde estábamos, podíamos ver la entrada de Suna, y lo que más me sorprendió fue ver a tres personas esperando nuestra llegada. Y esas personas eran nada más ni nada menos que...

—¡Gaara, Temari, Kankuro!

Yo, como una chiquilla emocionada, me abalancé hacia el Kazekage, Gaara para los amigos, Gaarita para mí.

—¡Cuánto tiempo sin verte! —exclamé mientras me colgaba de su cuello.

—Yo también me alegro de verte —me dijo, dándome una pequeña sonrisilla.

—¿Y nosotros qué? —preguntó Kankuro.

Abracé a Kankuro y Temari, y presenté a Kaori, aunque de mala gana, y Temari lo notó.

—¿Venís por el pergamino, verdad? —dedujo Temari.

—Sí —contestó Neji.

—También hemos venido para ayudar —dije yo—. Más shinobi de estilo agua están viniendo. No deberían tardar mucho.

—Bien pues, bienvenidos a Suna —nos dijo Kankuro—. Venid, os daremos un lugar donde alojaría estos días.

Los hermanos Sabaku No nos guiaron hasta la Torre del Kazekage, donde nos asignaron diferentes cuartos.

—Mañana habrá un baile aquí —nos comentó Temari—. Se celebra cada año. ¿Por qué no os pasáis un rato? Será divertido.

—______ —me llamó Tsunade.

—¿Sí?

—En Suna siempre se celebra un baile anual, y lo abre el Kazekage. Tu verdadera misión no es ir de refuerzo.

—¿Y qué debo hacer?

—Una familia noble piensa atacar Suna desde dentro —me informó—. Tendrás que asegurarte de que al Kazekage no le ocurra nada, y no roben el pergamino que lleváis.

—Entendido.

—Ah, y una cosa más. No puedes decirle de esta misión a nadie, ni al propio Kazekage. Sería muy peligroso.

—¿Es una misión para ANBU, o para mí?

—Para cualquiera de los dos. En este caso, mantener tu identidad en secreto es decisión tuya, pero las consecuencias que puede traer tus actos también.

¿Nara o Hyuga? »Neji y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora