¿Zerrie? ¿qué es eso? I Could Be The One. (Zayn Malik y Selena Gomez)

No la quiero.

Zayn:

De un momento a otro comenzó a llover.
Ella se mordió el labio.
La lluvia caía a cántaros como disparos desde el cielo, a personas que hacían cosas malas.

Nos acercamos al callejón, y puse mi mano en su espalda, conduciéndola un poco más dentro. Mi mano se deslizó por su espalda hasta su brazo mientras ella se giraba hacia mí. Su cabello negro, se pegaba a su delicada cara. Elevé mis manos hasta su rostro, y lo enmarqué con las palmas de éstas. Su boca estaba medio abierta, y la miré a los ojos, pidiendo permiso para ejercer mi siguiente movimiento. Ella asintió.

Junté mis labios lentamente, haciendo que probaran el labial que ella tenía puesto, y un sabor muy particular (a Selena), en el momento de la colisión.

No la quiero, traté de decirle, no quiero a Perrie, pero no se lo podía decir. Aún no. Así que traté de decírselo con la presión de mis labios y nuestros cuerpos. Mis manos estaban alrededor de su cintura, levantándola del suelo. Sus dedos estaban excavando en mis hombros, pegándome más a ella, su boca fiera contra la mía.

Sus manos estaban contra mi pecho, pequeñas, delicadas y cuidadosas, ambos respirábamos el aroma de ella bajo el olor del agua de lluvia.

Y el mundo se desapareció mientras juntábamos nuestros cuerpos, golpeando con fuerza contra la pared detrás. La agarré más fuertemente y la empujé con deseo, tratando de que su cuerpo quedara más pegado a la pared, y yo pudiera estar más cerca de ella.
Su respiración era irregular.
Comencé a tocar la piel de ella, en todos los sitios en los que podía: el cuello, la parte posterior del cuello, sus clavículas, duras debajo de mis dedos, lo que había de sus brazos: suaves y resbaladizos. Sus manos estaban sobre mí, no más tímidas que las mías, y cada toque parecía quemarme por dentro. Nunca me había sentido tan vivo.

Ella se aferró a mis hombros cuando levantó sus piernas y las envolvió alrededor de mi cintura. De lo más profundo de mi garganta salió un sonido, que era probable, no había emitido en más de tres años. Mis manos se apretaron, involuntariamente, contra sus delgadas piernas, subiendo por su falda. Mis palmas subieron por sus piernas, curiosas y lentas. Mis dedos tocaron una delgada licra, como un short pequeño; agarré más fuertemente, haciendo que éste se rompiera un poco. Esperaba que no le tuviera mucho cariño. Estaba tocando su piel desnuda, casi chocando con sus bragas. Ella apretó más las piernas contra mi cintura, haciendo que mis pantalones tallaran.
Sus labios contra los míos, se abrían paso, y yo los dejaba, encantado.
Nuestras bocas no seguían ningún patrón, sin embargo, mantenían un ritmo perfecto. Su lengua se juntó nerviosamente contra la mía, y yo la recibí contento. Mordí su labio inferior y lo estiré un poco. Me separé de ella, solo para ver a una Selena mojada, con los labios hinchados por el beso, las mejillas coloradas, y los ojos medio cerrados, pero atentos.

-eres muy hermosa-

Logré decir. Ella me regaló una sonrisa que hizo que mi corazón se saltara un latido. Luego volví a juntar mis labios con los de ella.