¿Zerrie? ¿qué es eso? I Could Be The One. (Zayn Malik y Selena Gomez)

Grecia.

Zayn:

Llegamos a Grecia, y literalmente no entendí ni una palabra desde el momento en el que pisamos tierra. Nadie, absolutamente nadie, hablaba ingles. Con señas, gestos, y mucho dolor de cabeza, logramos pedir un taxi, e ir para el muelle donde teníamos que tomar una lancha, y así llegar a Santorini.
El viaje era increíblemente largo.
Selena estaba dormida sobre mi hombro, el sol golpeaba fuertemente contra mi rostro. ¿Lo mejor de estar en Grecia? No éramos tan conocidos, así que no tendríamos problemas de encontrarnos a nadie.
Ella se veía muy tierna, e indefensa.

Llegamos a la isla, y entramos al hotel. Selena estaba con sus piernas alrededor de mi cadera, y yo la llevaba cargada.
El hotel, era ciertamente espectacular: el Majestic.
El botones nos ayudó a llevar las maletas hasta el ultimo piso.
Nos dejaron la tarjeta, y entramos a la habitación.

Ella hizo un ruido de una mezcla entre sueño y protesta. La habitación estaba empapelada en blanco: la cama, las paredes, el sofá, todo era blanco. La habitación estaba dividida entre dos, por una cortina corrediza. En un lado de la habitación había un pequeño sofá, una lámpara, una mesa para el desayuno y dos sillas. Al otro lado estaba una cama king size, donde había otra división, para la entrada al baño. Caminé hasta la cama, y la tiré a ella sobre ésta. Era tarde. Más o menos las ocho de la noche. Ella me puso cara de enojada.

-oye-

Me arrojé a su lado, y le comencé a hacer cosquillas. Su risa era el sonido más maravilloso del mundo. Mis brazos se cerraron a su alrededor, y ella puso sus labios contra mi pecho. Los sentí moverse.

-te quiero-

-yo también, hermosa...ahora duérmete, mañana tendremos un día ocupado-

-¿iremos a la playa?-

Preguntó emocionada. Odiaba decirle que sus planes iban a cambiar.

-de hecho no, no pienso dejarte salir de esta habitación-

Ella comenzó a reír, y finalmente quedó dormida.

(...)

Yo había cerrado las ventanas, procurando que Selena pudiera dormir un poco. Sabía cuanto odiaba ella levantarse con la luz del sol.
Se veía apacible, en la gran cama blanca. Su cabello estaba revuelto, su rostro libre de cualquier maquillaje, y se veía completamente hermosa.
Las yemas de mis dedos acariciaban sus mejillas.
Una pequeña sonrisa apareció en mis labios, sin razón aparente. 
Sus ojos se apretaron, y luego se abrieron de manera repentina.

Su cara estaba tranquila, y apacible.

-hola-

-hola a ti también-

-¿cual es el plan de hoy?-

Le sonreí de medio lado. Siempre ansiosa.

-¿qué tal si desayunas y mientras yo preparo un baño?-

Ella asintió un poco confundida, y luego se levantó de la cama, para irse a desayunar.

Una sonrisa apareció en mis labios.