Me quedé sin aliento.. Sin saber pensar, en un instante me sentí pequeña, otra vez..
Sin poder descifrar lo que las finas rayitas querían decir, nada más sentía como mi cuerpo era estrujado por chicas, y murmullos a lo lejos.Pegue mi frente a la fría superficie de mármol de la isla, mis brazos rodeando mi cabeza, mis ojos cerrados, casi sin respirar.. Todo en un profundo silencio, excepto por los constantes quejidos de Goldy al querer que lo acaricie.
Estire la mano, posandola en su cabeza moviéndola con calma.
Estos dos días, en los que supe que realmente estaba.. Ya saben, con un pequeñito dentro, han sido terribles, me pongo nerviosa al estar cerca de Embry, aun no le digo, no sé cuando, ni en que momento podría hacerlo.. De hecho nadie más que las chicas saben y bueno, el pequeño cachorro blanco, quien sigue siendo mi compañero cuando me quedo sola. Como ahora.Si me preguntan por Embry, no sé donde carajos esta.. Y eso hace que me ponga ansiosa, enojada, y nerviosa. No suele dejarme tanto tiempo sola en casa..
Bueno. A final de cuentas no soy su única ocupación. Me levanté y me puse una camiseta blanca de mangas largas sobre mi musculosa gris, tomé solo las llaves y la correa que había comprado al perro, la enganche a su collar y salí a dar una vuelta por los alrededores. No pensaba quedarme sola encerrada.Comencé a caminar hasta llegar a el sendero, me guiaría a casa de papá. Agradezco a los chicos por marcar cada camino que nos lleve a sus casas o a la playa, entre otros lugares.
Una vez llegué entre cerrando la puerta detrás de mí.–Papá..– alcé la voz para que supiera que estaba allí.
No tardo mucho en aparecer por la entrada a la cocina, donde sería la puerta secundaria.
Sonrió y desvío la mirada al pequeño.–Vaya, veo que consigues compañía rápido.– me acerque a besarle la mejilla como saludo.
–Una historia que te contare luego..– quite la correa poniéndola sobre la mesa.
–¿Como estas hija?– no sé porque mi cerebro de inmediato relaciono su pregunta con el tema "Embarazo".
¿Era tiempo de contarle? Tal vez, la razón contraria es que no sé como reaccionaría papá con esto.
Puede que no le agrade, puede que si, como también puede que quiera matar a Embry.–Bien.. Estaba sola, por eso vine a ver como estabas tu.– puse la cafetera en el fuego.
–¿Embry no estaba contigo?– Goldy lo tomó por sorpresa subiendo a su regazo.– Hola amigo..
–No..– negué.– Quizás está con los chicos en alguna de sus juntas o haciendo tonterías.– puse una leve sonrisa.
–Que extraño.. Jake esta durmiendo, a lo mejor esta con Paul y Sam.– escuche decir mientras preparaba dos tazas de café.
–No lo sé.. pero me tiene algo preocupada.– se escuchó un ruido sordo y luego risas.
Ambas las conocía demasiado bien, Seth y Jake entraron.. Y aunque las cosas con el chico seguían algo tensas nunca dejamos de ser amigos, por lo que lo salude como siempre lo hacía. Un beso en la mejilla y un abrazo.. De igual forma a Jake.
Los sentí algo tensos con mi presencia.–Ah, ven hija.. – Papá me alejó de cualquier duda del porqué estaban así.– Tengo las cosas que te dije.
Lo seguí a la sala, donde había una caja mediana, me senté en el sofá a un lado de él. Empezó por abrir la caja y dejando la tapa a un lado.. Sacó un libro de tapa celeste claro, con las hojas amarillentas de los años, me pareció verlo en un vago recuerdo.. Mamá sentada conmigo en brazos y Jake correteando con un balón de soccer en el jardín. Fruncí el ceño ante el nombre; Caperucita Roja.
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Nuestro Inicio (II).
FanfictionCuando pensamos que apenas habíamos comenzado.. Ya teníamos mucho más en común que solo el amor del uno al otro.. Espero que ames este ser que llevo dentro más que a mi misma.. Te amo Embry.