#20 Esta Embarazada.

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–No, por favor..–murmure.

Para cuando quise darme cuenta de lo que tenía, ya estaba frente al retrete vomitando mi cena. Cerré los ojos, sintiendo arder mi garganta al expulsar toda esa porquería. Era horrible la sensación que te dejaba, las arcadas volvieron y no me contuve por dejar salir todo. Odiaba estos cambios, es la segunda vez en la semana y ya me era hartando.

–Nena..– el calor de Embry me envolvió, corrió el cabello de mi cara y lo sostuvo mientras yo.. hacía lo único que hice en estos tres meses, vomitar.– Vamos lávate la cara.– me ayudó a pararme.

Todavía seguía algo mareada, y mis ojos estaban nublados por las pequeñas lágrimas que habían salido. Me agarré del lavabo y lave mi cara con agua fría, para continuar con mis dientes. Aún así parecía un zombie.

–Me veo horrible. – abracé el torso de mi lobo y apoyé mi cabeza en su pecho.

–Claro que no. Eres hermosa, solo que el embarazo tiene efectos secundarios.– soltó una risita.

–No me vuelvo a embarazar después de esto.– cerré los ojos cansada y él dejó de acariciar mis brazos.

–No digas eso, sabes que es mentira.– besó mi frente.

Quise reír, pero solo me salió un bostezo.

–Ven aquí, te llevaré a la cama.– me cargó en brazos y me aferre a su cuello.

No me quería soltar, por lo que terminó con él sobre mí en la cama, nos cubrió para no tener frío, aunque eso era imposible, y me dormí en el pecho de mí hermoso novio.


Lo que parecieron horas, se sentían como minutos para mi. Me desperté tres veces en un lapso de 2 horas, a causa de nauseas horrendas y los ronquidos de Embry no ayudan mucho que digamos. Me estire en la cama, golpeando la espalada descubierta de el por accidente, ni se inmuto, siguió durmiendo como un tronco. Ayer después de la playa Sam y Emily vinieron a cenar con nosotros, ambos querían ver la habitación del bebe, casi nadie la vio mas que mi hermano, Rachel, y Paul.. por lo que con Emily nos quedamos rato hablando sobre el pequeño, y entre otras cosas termino por ayudarme a empacar algunas prendas de ropa para al menos la semana  que estaríamos en la tribu con los abuelos de Embry.  Oh, ni hablar del drama que hizo este al decirle que seria mejor llevarnos el coche a que ir en su espalda mientras es un lobo.  Si sus abuelos no sabían de su "CAMBIO" era mejor intentar pasar desapercibidos, aunque no se como haríamos con el tema del calor corporal, es difícil intentar taparlo, si nos abrigamos mucho comenzamos a sudar y eso seria un poco mas sospechoso, la abuela creerá que tenemos fiebre o algo por el estilo, y lo que menos deseo es estar en cama. 


  – Ay, dios..– me queje por un pequeño dolor en la espalda.

 – ¿Que tienes?– mire a Embry, quien bostezo y se giro a verme a mi con ojos medios cerrados por el sueño.

-Nada, estoy bien.–  sonreí como si nada, tampoco quiero tener que quedarme en casa porque al señor le de un ataque de histeria.– Creo que tu hijo tiene hambre. Anoche no quería nada, y yo que creía que la única bipolar era yo. –  puse los ojos en blanco, resoplando me levante con dirección al baño- Te lo vuelvo a decir: Es la primera y ultima vez que me embarazo. 

  –Que mentirosa eres, al final vas a querer tener otro, y luego otro, y otro.. Al menos se que la practica te gusta bastante. – tome la blusa que me había quitado y se la lance, con suerte le habría dado.

  –No seas así, odio cuando te pones en modo "Soy el puto amo del sexo".- hice una mueca y abrí la llave del agua caliente.

Nuestro Inicio (II).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora