#30. Pétalos De Rosas

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–¡Alice!– Jasper, sonrió en cuanto me vio llegar de la mano de Jake, y llamó en alto a su esposa.

A los segundos, ya tenía a la pequeña pelinegra rodeandome con sus delgados brazos. Sonriendo lo más que podía. Besé su mejilla con cariño, hasta que otros brazos (más fuertes ésta vez) me levantaron en el aire.

–¡Emmett!– chillé asustada, sosteniéndome de su cuello.

Escuché su risa grave, inconfundible. Me dejó en el suelo y deapeino mi cabello. Carlisle y Esme me recibieron tan cálidos como siempre, invitandome a entrar.
Edward estaba sentado en el piano, con una niña extremadamente hermosa a su lado, de cabello castaño oscuro,piel de porcelana, mejillas rosadas, y unos ojos tan parecidos a los de.. ¿bella? aparentando ocho años quizás.

Apoyada en el piano, a su derecha, una versión nueva de Isabella Swan me observaba, con ojos dorados, piel aun más pálida, pero con la misma sonrisa. Ambas nos acercamos y nos abrazamos con fuerza, bueno, no la tanta ni el tiempo suficiente.. Se apartó al instante en el que sintió algo fuera de lugar. Miró con asombro mi vientre.

–Ya sé lo que vas a decir..– me adelante con las cejas alzadas, viéndola esbozar una sonrisa un tanto.. Incómoda.– Me alegra verte.

–Tambien a mí.– dijo más relajada, despues de otro abrazo.– Ven, quiero precentarte a alguien..– volteó, tomandome de la mano me guió algo más cerca de Edward. Quién me sonrió amable, al igual que yo. Jacob estaba parado a un lado de la niña, firme. Sonriéndose ambos.– Ella es nuestra hija.

–Renesmee.– Ed, le hizo un gesto delicado con la cabeza para que se acercara a saludar.

Ella, timidamente se acercaba con pasos suaves. Fue estirando su brazo lentamente hasta que dejó su mano en mi mejilla, cerrando los ojos.
Y frente a mí, o en mi mente mejor dicho; fueron pasando momentos junto a Bella cuando estaba embarazada, nuestras voces se oían conversando tan tranquilas, también cuando lloramos juntas en la segunda planta de la casa. 

Abrí mis ojos, separandome con total asombro de la mano de la niña.
Jacob le puso una mano en el hombro, acercandola a él despacio. Entonces reaccioné, ella era.. Extraña.

Edward rió un poco.

–Tiene recuerdos de tí. Es su don mostrarlos, comunicarse mentalmente.– contesto con simpleza, levantándose.– Puede que te parezca extraño, no es una niña común.– miró encantado a su hija.

–Tampoco es una niña inmortal.– Carlisle habló de pronto, sorprendiéndonos a todos por lo repentina de su precencia.– Crece cada día.

–Sí, pero no como un niño normal.– conteste rápidamente, alertando a mi hermano y a su madre.– Lo siento. – suspire bajando la mirada, luego, mire a la niña.– Hola Nessie..– me puse a su altura, estirando la mano.– Jake me habló de tí.

–Hola..– murmuró a medida que sus mejillas tomaban un coló rosa intenso.– ¿tienes un bebé?– miró curiosa mi panza.

–Sí, dicen que será niño.– le sonreí levantándome poco a poco.

–¡Y será el más lindo de todos!– Rosalie hizo sonar sus tacones al acercarse.

Me abrazo cortamente antes de posas sus manos en mi barriga.

–¿Y su nombre, cuál será?.– preguntó con una radiante sonrisa.

–Embry escogió uno para él, se llamará; Ryker.– Alice chilló aplaudiendo.

–Hermoso, original, me agrada.– finalizó la rubia dejando espacio a Esme y Alice que tenían sus manos también en mi enorme barriga.

–¡Hay que hacer compras!– chilló la duendecilla con emoción.

Nuestro Inicio (II).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora