Nuestro Inicio (II).

#28. More than words..

Los días iban pasando de manera más rápida cada vez, y una vez hubiera pasado la semana, sabíamos que tendríamos que volver. Era hora.
Mi barriga crecía dia a dia y estaba enorme, intentaba cubrirla lo más posible de ojos que nos miraban  curiosos cada vez que íbamos al pueblo. Los dos estábamos muy inquietos.

No queríamos que la gente sospechara. Sus abuelos, desde luego, lo supieron.. Embry y yo tuvimos que sentarnos una tarde y explicarle más que nada a Aurie, el motivo de mi repentina inflación.
Él, por su parte, todas las noches se dedica a hablarle, acariciar y besar mi vientre. Diciendo que es una de las mejores cosas que le han pasado en su vida hasta el momento, y que está muy emocionado por tener a un pequeño Call en casa, fruto del amor que sus padres se tienen.

Extrañaba a mi familia, a Jacob, Rachel, los niños.. La manada. Me fui una vez, pero no fue tan doloroso como esta, mis sentidos se agudizaron y mi familia cada vez crece, lo que me lleva a querer estar todos juntos y protegerlos.
Todo cambia de forma constantemente, poniendo nuevos retos en nuestro camino.

Guarde la última camisa en mi mochila, cerrándola. Es asombroso poder volver a casa al fin. Embry fue a dar una ultima vuelta con su abuelo, tenía cosas que preguntarle, según me dijo, para dejarme más tranquila.
La puerta se abrió y por ella entro Lahin, algo tímida.

–Hola.– saludó sentándose en el borde de la cama.

–Hola, ¿qué haces aquí?– pregunté bajando el bolso a la silla que tenía a mi lado.

–Quería venir a despedirme. – soltó un suspiro.– quizá la próxima vez que nos veamos, ya tendrás a tu bebé.

–Lahin, voy a volver antes de lo que crees.– reí pasando mi brazo sobre sus hombros.– si es verdad que no falta mucho para que nazca, y tiene que conocer a sus tíos.– le di un pequeño empujón.

–Mi hermano enloquecerá.. Verás que cuando Embry le diga no se va a despegar de ustedes. – rió.

–Le dije que podía ir a quedarse en nuestra casa cuando quisiese, y la invitación es para tí, igualmente. – en ese momento Ryker comenzó a moverse.

–Gracias.– me abrazó, devolviendo el gesto acaricie su cabello.

–No hay de qué. –  la miré disimuladamente, se parecía un poco a Rachel.

–Te traje algo.– de una pequeña bolsa sacó todas las pulseras que habíamos echó la tarde pasada.

E incluso habia unas que estaba segura había echo ella. De las que yo he elaborado seguro me alcanzaba para obsequiarles una a cada lobo de la manada.

–Gracias, Lahin. Eres una chica asombrosa.– le di otro abrazo.

–Cariño,– la abuela abrió la puerta,mirándonos a ambas. Seguramente sorprendida, pues nos habíamos cruzado a Makennah en el pueblo y nada bueno salió de eso.– Embry te está esperando afuera.

               Flashback.

–¿Estás segura?, llevemos algunas por si acaso.– se acercó al puesto de frutas.

–Esta bien, Aurie, no tengo muchos antojos. – rodé los ojos, viéndola elegir las manzanas más rojas.

–Pero, ¿y sí los tienes? Embry dijo que te encantaban las manzanas.– poco tomó en cuenta lo que le decía.