#19 Benditos Pantalones.

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–Rachel, solo serán unos días..– dije viendo a mi hermana meciendo a Jaxon.

–Si, pero.. ¿No le dirás a papá?– me fijé en que Ethan estuviera tomando su leche y no se hubiera dormido.

Pues de los gemelos, él es el dormilón y Jaxon el que alborota a toda la casa, yo solo ruego.. Que al crecer, no se unan con Collin y Brady o estamos muertos, esos cuatro juntos serían un desastre natural.

–Sabes que no quiere verme, Rachel, por eso te lo digo a tí. Como Embry se lo debe estar diciendo a Jacob ahora mismo. – el niño me miraba con cautela, esperando cualquier gesto de mi parte, le mostré la lengua en una mueca.

–Bueno..– suspiró y dejó en la cuna al mayor de los bebés.–Pero sabes que se pondrá histérico.

–No me sorprendería que lo hiciera, es todo un dramático. Además, será como mucho una semana.– dejé el biberón vacío a un lado y coloque al bebé apoyado en mi hombro, para a continuación darle pequeños golpecitos en la espalda.– No hay nada de que preocuparse.

–Intentaré quedarme tranquila con eso.– se apoyó en el armario de los niños.– Es extraño, sabes, verte de esta forma.. Y pensar que dentro de unos meses estarás como yo. – sonrió y pasó la vista a su hijo.

–Ya, no se sí pueda esperar tanto.– reí.– Fue hermoso poder escucharlo.– recordé como se sintió.

La puerta sonó indicando que alguien estaba del otro lado, probablemente Sue, quién venía casi todos los días a ayudar a mi hermana con los gemelos.

–Voy a ver..– dijo y por unos instantes se perdió de mi vista.

Yo me centré en Ethan, quién parecía encontrarle un sabor algo especial a su manito. Sonreí y acaricie la mejilla del bebé.

–¿Quién es el niño más lindo? Eh.– dejé un besito en su cabeza y me levanté del pequeño sofá, meciendo de un lado al otro al niño.– Vamos.. Duerme y dejale un ratito a mamá.– le hablé con voz suave.

A los pocos segundos ya tenía al pequeño adormilado entre mis brazos. Rachel apareció junto a Sue en el momento que dejé a Ethan en la cuna junto a Jaxon.

–Sue dice que vallamos a la Push con los demás, ella se quedará con los niños un rato.– no parecía tan convencida, pero es verdad que en estos días Rachel se la pasaba dentro de la casa sin ver la luz del día prácticamente.

–Vayan, diviertanse un rato.– nos animó, mientras nos alejabamos de la habitación.

–¿Estás segura Sue? No quiero dejarte sola con el par de iguales.– tomé mi chamarra negra y me la coloque.

–Rachel, ya dije que no sería problema. No pueden dar más trabajo que Seth y Leah juntos.– rodo los ojos.

–Solo es un momento Rach, luego vuelves.– extendí mi brazo con el suéter gris de mi hermana.

–Bien, solo media hora.– soltó un suspiro y se puso la prenda.

–¡Adiós Sue!– le di un beso en la mejilla y esperé a mi hermana para luego salir las dos de casa.– Ay, ¡animate! Por lo menos saliste de casa por primera vez en una semana.

–Si, y ya quiero regresar.– enlace mi brazo con el de ella y caminamos por el bosque.– Es que es difícil cuando estas las veinticuatro horas del día con esos niños y luego tienes que alejarte ya sea diez minutos.

–Ahmm, supongo, todavía no me toca. Pero viéndolos, te comprendo.– sonreí y dí un par de saltitos en el camino.

–¿Y tú por qué tan efusiva?– alzó ambas cejas.

Nuestro Inicio (II).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora