#32.

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-.. Creo que tiene tu nariz.- observó a Ryker en la cuna de hospital, agarrando cada lado como si él niño se fuera a escapar.

-Eso no lo sabes.- reí comiendo gelatina.- Todos los bebés tienen la misma nariz cuando son pequeños.- le expliqué tomando la mano que tenía extendida hacía mí.

-Se parece a tí.- me besó la frente cuando estuve de pie a su lado.

-Claro que no, es una copia tuya. Annie me mostró fotos de tí cuando eras bebé.- lo abracé.- y son idénticos.

Me besó de repente.

-¡Ay por favor, no frente a Ryk!-Jared irrumpió en la habitación con Kim y Quil, poniendo los ojos en blanco.

-Ya de pequeño tiene que aguantarlos.- lo secundo mi primo, cruzando sus brazos y acercandose a la cuna a la par de Kim, quién no conocía a mi hijo todavía.-Hola renacuajo..

-¡No le digas así!- Kim lo golpeo en el brazo.

-Auch, Jared, tu chica golpea fuerte.- se quejó matando a la morena con la mirada.

-¿Ah qué sí?- Jared sonrió cruzado de brazos, orgulloso.

-Hola chicos, que gusto verlos.- puse los ojos en blanco, sentandome en la cama otra vez.

Seguía algo sensible del parto, apenas fue ayer. Y mis sospechas eran ciertas, me había desgarrado. Tuvieron que hacerme cuatro puntos externos, mi cuerpo era muy pequeño, y Ryker no era muy chico, pesa tres kilos cuatrocientos gramos.

-Tu deberías estar acostada, señorita.- Kim me empujó de los hombros hacía atrás.

-Tienes que recuperarte sí quieres el alta para navidad, ¡Es mañana!- Jared se sentó en el pequeño sofá azul, que lucía bastante incómodo a juzgar por su apariencia.

-¡Shh!- Embry lo miró molesto.- Vas a despertarlo..- volvió su vista al pequeño.

-Ignoralo, Jar, se esta volviendo paranoico.- puse los ojos en blanco, siendo arropada por su novia.

-Pues ahora se muere..- Anne entró a la habitación con unos papeles en las manos, y su típica bata blanca.-Hola chicos, linda.- saludó a los recién llegados.

-Mamá, ¿qué pasa?, ¿ocurrió algo..?- Embry se hizo a un lado, dejándola besar la frente de su nieto.

-Nada de que preocuparse, cariño,- le dirigió una sonrisa burlona, y luego me vio con conplicidad.- solo venía a decirles que esta noche la van a tener que pasar aquí, y mañana luego de asegurarnos que ambos estén bien van a poder regresar a casa.- suspiró, mordiéndose el labio. A mi opinión, no aguantaba las ganas de reírse.

Y ya sabía porque era.

-Solo que..-

-¡¿Qué?!- preguntó exaltandose, poniéndose recto.

-Cuarentena hijo,- alzó los hombros con expresión divertida. Embry se mantuvo callado, sin entender.- Cuarentena, significa; cuarenta días..- comencé a reírme por lo bajo.- Sin Sexo.

Jared hizo una mueca de dolor, mientras Kim y yo reíamos de solo ver su expresión.

-¡Miralo!, ¡va a llorar!- estalló Quil en risas.

-¿Cuarenta?..- murmuró sin poder creersela.

-Lo siento, amor.- dejé de reír para poder dejar a Annie continuar.

-Es lamentable para ambos, lo sé. Pero ella tiene que recuperarse, y dejar sanar bien los puntos.- aclaró, Embry asintió, algo decepcionado creo. Pero entendiendo mi posición.

Nuestro Inicio (II).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora