Por las noches sentía como el frío comenzaba a aumentar, el invierno se acercaba a gran velocidad, pero, en ningún momento llegó a atravesar la calidez que los brazos de Embry me proporcionaban al estar sujetos a mi cadera.
Usando solo una camiseta suya como pijama dejaba mi piel expuesta a temperaturas que podrían causarme un resfriado, y si se lo preguntan; Mi cuerpo aún no regula los grados de calidez que el resto de la manada poseen, Sue piensa que el embarazo retrasa algunas cosas, es solo una suposición. Estamos lejos de saber que pasa conmigo.Embry duerme tranquilo, como si todo fuera en total normalidad, a veces creo que él olvida la vida que llevamos. Me gusta. Cómo también me preocupa, me gusta como nos confundimos como parejas normales ante los ojos de las demás personas. Y me preocupa que algún día seamos descubiertos por la gente.
Ellos no entenderían nuestra historia, y nos tendrían miedo, pánico, estarían aterrorizados. O puede que no. Puede que alguien entre tantos lo lleven de forma diferente.Abrí los ojos sin dejar de acariciar su brazo cuando lo sentí moverse, sé que está despierto, por la forma en la que arruga la nariz sin darse cuenta. Besé su hombro, su cuello; sacandole un gruñido, sonreí: subiendo mis labios a su mejilla, su frente.. Y bajé a la altura de su oreja.
–Buenos días, dormilón.– susurro dando un beso a su cien, mi mano depara en su cabello.
Comienzo a acariciarlo con calma, sin querer despegar mi palma de ese sedoso cabello negro azabache, del hombre que aprendí a querer en tan solo cuestión de días. Algunas veces, cuando pienso en todo lo que hemos pasado, todo lo que vivimos.. Me dan ganas de escribir un libro. Solo para que nuestros hijos tengan una idea de como fue la vida de sus padres. Para documentar el amor que nació de nosotros.
A respuesta, recibí otro gruñido. Alcé una ceja. Me apoyé en su cuerpo, de lado, acariciando su desnuda espalda con las yemas de mis dedos.
–¿No voy a recibir mi beso de Buenos días?–pregunto con voz desilusionada.
Me comienzo a apartar cuando su mano hace presión en mi cintura, me atrae a su cuerpo ahora boca arriba y me deja sobre su pecho.
Le sonrió, cuando mi cabello largo cae en mechones sobre su rostro. Frunze el ceño y los aparta con sus manos, pasándolos detrás de mis orejas. Se inclina un poco para besar mi frente, la punta de mi nariz, y finalmente mis labios.–Buenos días princesa.– me acurruco en su pecho, sin contener la sonrisa que me ha sacado. Siento su mano bajar de mi cintura a mí abdomen.
Se pone de rodillas en la cama y se acomoda de forma que queda entre mis piernas, recostado en la superficie del colchón. Pone ambas manos alrededor de mi hinchado vientre y sin dejar de mirarme le da un beso, se siente tan cálido, tan especial.
–Buenos días a tí también, pequeño mío.– da muchos besos más, en toda esa área.
Me hace cosquillas en ciertos lugares, aun así no para con sus caricias y sesión de cariño para el bebé.
–No voy a decir que jamás imaginé esto; pero debo admitir, que definitivamente es mil veces mejor que solo en mi mente.– me acomodo un poco mejor.
–Y solo es el primer embarazo..– dice con las mejillas rosadas, bajando la mirada a mi estómago.
–¿A sí?– río despacio.–Haber señor, ¿cuántos hijos piensas tener?– hablé con burla.
–Uhmm..– meditó en sus palabras mirando el techo unos segundos intensos.– Contigo podría tener hasta cien.– golpee su hombro con la mano.–Ya, ya.. ¿Hablando enserio?– asentí, mirando su boca con ganas de volver a probar sus labios.– Unos.. ¿Cinco o siete? Quizás.– sonrió como loco.
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Nuestro Inicio (II).
फैनफिक्शनCuando pensamos que apenas habíamos comenzado.. Ya teníamos mucho más en común que solo el amor del uno al otro.. Espero que ames este ser que llevo dentro más que a mi misma.. Te amo Embry.