#10 Echarte de menos fue horrible..

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Después de meter una carga de ropa a la lavadora me senté en el sofá, con una gran bola de pelos a mi lado, una taza de té en mano y el libro de mi infancia abierto esperando por que lea las primeras oraciones de la primera página.
Desde muy temprano he estado inquieta, incluso desperté antes que Embry, él ahora estaba con Paul dando un recorrido por toda la reserva, después del susto de ayer le vendría bien salir a distraerse. 
Y yo, tenía ganas de salir de estas cuatro paredes, ya no podía quedarme encerrada. Terminé mi té y dejé el libro en la mesita, no estaba prestándole atención en absoluto.

Así que después de darle su comida al cachorro salí a estirar las patas, me transformé y busqué a Leah cerca de la cascada, sin encontrarla, ya van dos días, y comenzó a preocuparme su comportamiento. Quise ir a buscarla a su casa, pero si me encontraba con Seth, sé de memoria el discurso que Embry me dará después y sinceramente no tenía ganas de aguantarlo.

–Yo tampoco..– ví el lobo café con la mancha plateada de Brady.

–¿Qué haces sólo? ¿Y Collin?.– me acerqué al arbusto y él salió de detrás.

Con Luna, últimamente no estamos mucho tiempo juntos..– Lloriqueo el pequeño lobo.

Así que la tal Luna ¿es su impronta? – caminamos juntos a través de los árboles y ramas en el suelo.

Si. Es buena chica, pero no sé.. Hay algo que no me cuadra con ella.– ví una descripción mental de ella.

Era rubia, de piel un tanto morena, piernas largas, pero no pude ver su cara.

–Okey.. No creo conocerla, por lo que no puedo juzgarla. ¿Haz sabido algo de Leah?.– me recoste en una roca gigante y Brady un poco más alejado de mí.

No.. Sam ha querido ir a por ella, pero sabe que no sería bien recibido. Seth no sabe que decirnos, él también notó algo rara a su hermana.– resopló con resignación.
Es extraño.. ¿El bosque se volvió así de silencioso en todo éste tiempo?.– miré a mi alrededor, casi podía contar a los pocos pájaros que cantaban.

–Desde hace unos días está así, el abuelo Quil piensa que tal vez sea por migración de aves, o que los chupa sangre nos están dejando sin ciervos.– no pude evitar soltar una risa, que de seguro sonó más cómo un gruñido.

–Vaya vaya, me ha parecido oír una horrible voz..– el lobo canela de Jared se hizo presente junto al de Quil.

Hola Jared, ¿como éstas?– dije con burla.

¿Caperucita volvió al Bosque?.– le gruñí a Quil.

–Nunca me fuí, sólo no quería desperdiciar mis pensamientos con ustedes.– Brady rió.

Dejen de molestar a mí chica idiotas, por cierto, ¿qué haces aquí?.– se escuchó la voz de Embry pero él no estaba.

No sabía que tenía que pedir permiso para venir al bosque, o salir de casa.– dije más seria.

No, tienes razón. Pero pensé que te quedarías..– bajó un poco el tono de voz que usó conmigo.

¿Me acompañas a correr Quil?.– pregunté evitando contestarle.

No puedo, Claire me espera, lo siento.– y sin más se fue.

¿Jared?.–

Él gruñó y movió la cabeza para luego empezar trotando, Brady también nos acompañó. Prácticamente me sentí libre otra vez, me sentía como esa traviesa gota de agua que se escapaba del grifo ya cerrado, me sentía el pájaro una vez salía de su jaula, volvía a ser yo una vez más, mi inquietud aún no se iba, pero si me notaba más tranquila. Varias veces pensaba en todo lo que nos estuvo  sucediendo en estos meses.. Incluso llegue a recordar a Matthew, Jared me regañó por ello, porque aunque ya no notaba la presencia de Embry, sabía que si alguien más estaba en fase y me notaba pensando en ese ser despreciable se enfadaría o incluso llegaría a lastimar a mi propio Embry.

Nuestro Inicio (II).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora