#8 De Madrugada.. Jaxon y Ethan.

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Estiré mi mano buscando el calor del cuerpo de Embry, sin encontrarlo. Me senté en la cama con el ceño fruncido, quitándose al instante, recuerdos de como me ha tratado hace unas horas mientras hacíamos el amor, fue tan delicado, tan suave.. Estaba tan asustado, creía que lastimaría a nuestro cachorro si lo hacíamos a nuestro ritmo de siempre. Con las manos apoyadas en el colchón gire mi cuerpo, viéndolo entonces de brazos cruzados frente a la ventana, mirando algo más allá..me levanté sin hacer el menor ruido y lo abrace por la espalda, enrollando mis brazoos en su cintura, pegando mi mejilla a su tonificada piel.

–¿No deberías estar durmiendo?– giro la cabeza dándome una mirada junto a una pequeña sonrisa.

–¿Por qué no lo haces tú?– contraataqué sonriendo de lado.

–No pude, me desvelé.– tomó mi mano alejándola de su cuerpo para darle un beso.

–No sentí tu calor.– respondí su pregunta.

Soltó una risita acariciando mis brazos, mi sonrisa se ensanchó poniéndome de puntitas besé sus labios cortamente antes de tomar sus manos y guiarlo a la cama junto a mí, se acostó de lado y me observó, use su brazo cómo almohada e hice contacto con sus ojos, algo tibio rozó mi abdomen y empezó a moverse, bajé la vista a su mano.

–Puedo escucharlo.– murmuró con el ceño fruncido.

Lo miré sin entender, hasta que bajó a mi panza en desarrollo y apoyó su oreja en el, sentí molestias un momento, como si.. No sé explicarlo. Solo puedo expresar la cara de asombro y felicidad que tenía Embry Call, dijo algo que no pude escuchar y ahora le habló a un pequeño bulto que empezaba a notarse en mi vientre.

–Tú me la vas a quitar.. Sé bueno pequeño, no hagas sufrir a Mamá.– habló mirando ese punto fijo para luego dejar un beso que causo que mi piel se erizára.

–¿Puedes escuchar al bebé?– pregunté algo confusa.

–Puedo escucharlo crecer.. Su corazón, es fuerte.– me besó el abdomen una vez más antes de besarme a mí en los labios.

–¿Como es.. Escucharlo?–una pequeña lágrima se escapó de mi ojo derecho.

–Es hermoso, es algo simplemente que hizo a mi corazón latir con más fuerza.. Estoy muy feliz de poder hacer esto, estar a punto de tener una familia contigo, un cachorro al que poder criar juntos.– sin más rodeo su cuerpo con mis brazos y lo pego a mí sin contener un pequeño llanto.

Por primera vez entiendo todo; todo aquello que veía en las peliculas de niña, las románticas, e incluso las de Disney, dónde cada princesa tiene a su príncipe azul, ese que se arriesga por salvarla, por protegerla, y el que entrega todo su amor porque con una simple mirada se da cuenta que la ama, como a ella le sucede con él en el primer instante que lo ve. Ahora se, que mi vida fue escrita cómo se hace una montaña rusa. Con muchas vueltas, altos y bajos, con obstáculos.. Pero tal vez así tenía que ser desde el primer momento, teníamos que pasar, y estoy segura que vendrán aun, cosas difíciles por afrontar.

No importa, mientras estemos juntos nada importa. Solo nuestra chica familia que va creciendo poco a poco, y esta casa que se siente cada vez más como un hogar para los dos. Un hogar que se volvera tan fuerte como lo fue mi familia una vez.


Un mes después..


–¿Ya sabes sus nombres?– pregunté doblando unas batas pequeñas en color azul y verde.

El estómago de Rachel ha crecido más si eso es posible, no debía faltarle mucho para dar a luz a los gemelos, de echo, ahora estaba en su casa, ayudándola a preparar la habitación para ellos. Doblando ropa y guardándola en los muebles, acomodar distintas decoraciones y peluches, las cunas, sábanas y mantas de ellas. En cuanto a mí, ya me hago un poco más a la idea, mi abdomen se ha hinchado un poco más, y aunque es más pequeño que el de mi hermana al inicio entiendo que es por un solo bebé, llegamos a la conclusión de que los niños podrían llevar en la sangre los genes de lobo y por ello crecen tan rápido, lo que a la vez, preocupa a su madre.. Mi bebé en cambio no ha mostrado indicios de serlo, y Embry esta algo.. Nervioso.

Nuestro Inicio (II).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora