#18 Primer Ultrasonido.

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–Embry.. Embry..– me senté de su lado de la cama, acariciando algunos de sus cabellos rebeldes.

Hoy había llamado a la escuela para avisar de mi ausencia, pues.. ¡Es el primer ultrasonido del bebé!.
Pero, resulta que si el lobo dormilón no despierta, me iré sola y luego le echaré la culpa en cara cuando se moleste por "No Despertarlo".
Así que en un último intento comencé a lanzar almohadas y cepillos en su dirección.

–¡Ya levántate!– grité frustrada al ver como se cubría con las mantas.
–Dame un momen..

–¡Ahora!– me senté en la cama poniéndome mis botas.–¡No me voy a perder de ver a mi bebé por tu culpa!.– le lancé otro cepillo.

–¡Auch!– se sentó en la cama con una mano en la frente.–¡Ya para!.

–Ayyy lo siento mi amor..– me acerqué rápido y me acomode a su lado.–¿Te duele?– le pregunté colocando mis manos en sus mejillas.

–No..– negó y se estiró.– me doy una ducha corta y nos vamos.– besó mí frente para luego encerrarse en el baño.

Suspire, aunque no era mi intención hacerle daño, se lo merecía por no hacerme caso. Anoche ya habíamos hablado y quedó en que sería el primero en despertar. Pero no, terminó siendo el último.
Ayer fuí a ver a Rachel y los niños mientras Paul y Embry hacían una patrulla con Jared. Esos bebés son hermosos, y al tenerlos en mis brazos no pude evitar las ganas de tener a mi hijo, meciendolo en las noches antes de dormir, poder verlo mientras jugaba inquieto. Estoy demasiado ansiosa, no puedo controlarme a mí misma.

Hace unos días que fue la boda, y Bella extrañamente me ha mandado un mensaje para preguntar cómo estaba, y para decirme que se encontraban en una hermosa isla de Brasil. Me alegre por ella, al fin y al cabo, habíamos decidido llevarnos lo mejor posible. No es que fuéramos las mejores amigas del mundo, no de esas que se hacen peinados y se pintan las uñas.
Una vez más, me había disculpado con ella por lo que pasó esa noche, Jacob andaba con un humor aún más insoportable, y no me era fácil hablar con él. No cuándo prácticamente me sentía la traidora por haber asistido a esa boda. Me ha dicho muchas veces que no la tome con Bella, y ahora que estoy sumamente dispuesta a cambiar con ella, él se molesta.

Por otro lado, es absurdo.

Ella quiere una Luna de miel como cualquier chica, y lo entiendo, lo apoyo. Pero cuando tu marido es un vampiro con mucha fuerza.. Es diferente, pero fue su decisión. Nadie puede cambiarla.
Se que Edward la protegería de todos, hasta de él mismo si fuera posible, así que no hay que preocuparse por ello. Al menos por ahora.

El ruido de la puerta al abrirse me saco de mi perdida mente.
Embry salió alborotando su cabello con la toalla para secarlo, se veía tan bien vestido de la cintura para abajo, dejando su pecho al descubierto.

–Oye..– me acerqué de brazos cruzados con una pequeña sonrisa.– Tu cabello está creciendo.– tomé un mechón mirándolo.

–Si, debería cortarlo.– río y dejó la toalla en una silla para luego abrazar mi cintura.

–No, me gusta como te queda largo.– recordé que Anne me había mostrado unas fotos donde Embry tenía el cabello por los hombros.– Te veías muy lindo.– parpadee mirando hacía otro lado.

–¿Tu crees? Porque podría dejarlo estar.– se acercó a mi rostro y rozó sus labios con los míos.

–Me parece perfecto.– me alcé de puntas y lo besé, pasando mis brazos por detrás de su cuello.– Vamos, no quiero llegar tarde.

Tomé mi mochila con algunas cosas más una chaqueta por si acaso y me dirigí a las escaleras.

–Le daré comida a tu monstruo, ve saliendo mientras.– señalo al peludo cachorro que nos miraba con curiosidad desde el sofá.–Quieto.– lo señaló cuando vió que se dirigía a él dispuesto a saltar y ladrar por su comida.

Nuestro Inicio (II).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora