Nuestro Inicio (II).

#27. Makenna.

-¿Embry?- una morena miró a mi chico con extrema felicidad, pasando su cabello a un hombro.

La miré detenidamente y luego al lobo, que parecía haberse congelado con la presencia de.. Esa.
Una boba sonrisa se instaló en el rostro de la tipa, me aferre más al brazo de Embry. No me da buena espina.

-Ah...yo..ho-hola.- alcé una ceja intrigada, ¿por qué ese nerviosismo, Call?.-Makenna.

Ella sonrió todavía más y acortó la distancia con unos cuantos pasos. Mirando de manera nada disimulada a MI, novio.

-Vaya, veo que aun me recuerdas.- soltó una risitas que, en este momento, y más viniendo de ella, me pareció muy irritante y asquerosa.- Que bueno verte, los años te favorecieron a la perfección.

¿Disculpa?. ¿Quién eres tú y... Acaso, estás coqueteando con él? Es todo, esta perra se muere hoy. Miré indignada como Embry se sonrojaba y balbuceaba igual que un bebé. Un bebé..

-Cariño,- hablé con voz melosa.- ¿crees que este bien uno de este talle? No quiero que le quede grande a nuestro bebé.- tomé un body gris con diseños de ciervos.

Automáticamente, reaccionó al escuchar mi voz, tragando nervioso al ver la mirada de profundo descontento que le dirigí.
Luego ajusto cuentas contigo, quería gruñirle, pero me rebajaría ante ésta y no quiero que mi chico quede como un títere.

-Eh..este..- alcé ambas cejas, ladeando la cabeza. Se aclaró la garganta sacudiendo su cuello.- Sí, le ira perfecto las primeras semanas, nena. - sonrió algo tenso.

-Oh, hola..tu.- la tal Makenna posó en mí su mirada, recorriendo cada centímetro de mi cuerpo, hasta que llego a cierto punto donde algo grande crecía.- Disculpa, no se tu nombre.

Si claro, intenta sonreír un poco más de esa forma tan falsa y te darán un premio.
Hice el mismo gesto, tomando con firmeza la mano de mi pareja. Que parecía realmente un idiota, ¡Agh! Tengo ganas de golpearlo.

-Aíxa,- sonreí con un poco de altanería.- Aíxa Black.- extraño a Paul, seguramente me estaría alentando a lanzarme sobre ella.

¡Pero no! No puedo ahora que cargo un bebé, y mucho menos puedo por la molestia al ver a su padre como un gatito inofensivo delante de esta víbora.

-Makenna Douglas.- oh, así que era familiar del viejo.

-Un gusto. Cielo, ¿podemos seguir?- no, la verdad no era un gusto ver tú cara de caballo.- estoy algo cansada.

Embry me rodeo nuevamente con sus brazos y besó mi frente.

-Claro, adiós Makenna. - la saludo con un movimiento de cabeza.- mi mujer y mi hijo necesitan descansar.

Ella alzó una ceja, disgustada, porque él me llamo SU mujer.

-¿Mujer? No veo el anillo.- ouch, con eso si que no debía meterse.

-Es una forma de decir, aun no se lo propongo por la simple razón de que estoy esperando el nacimiento de mi hijo.- acarició mi barriga con sus manos.

-Felicidades, entonces.- hizo una falsa sonrisa.- espero verlos luego.- miró con odio mi vientre.

-No sí puedo evitarlo, perra.- murmuré viéndola alejarse. Me giré rápidamente a mirar a Embry, de brazos cruzados.

-¿Qué?- preguntó con un tono inocente.

-¿Quién diablos es ella?- gruñi entre dientes, volteando a seguir viendo prendas de bebé.