Poniendo un sociopata en mi vida.

Capítulo 5: El Tratado Naval.

-Ya llegue. Dije al volver del hospital.

-Como me alega verte…querida ¿Qué te ha pasado?

-Nada grave, solo que el trabajito que me envió Mycroft se complicó un poco.

-Hablando de Mycroft… De repente un estruendo sonó arriba.

-¿Pero qué…? Subí rápido junto a la señora Hudson sin importarme que me doliera las costillas.

-Sera una de tus agentes de MI6, pero antes que eso es mi mejor amiga.

-¡Auch! Sherlock suéltame.

-¿Ahora por qué estáis discutiendo jovencitos?

-Le estoy enseñando a no poner en peligro a mi mejor amiga.

-Bueno yo creo que ya ha aprendido suficiente, además sigo viva que es lo que cuenta. Soltó a Mycroft.

-Me has arrugado el traje.

-Y tienes suerte de que solo te lo halla arrugado.

-Vale ya, Mycroft ¿A qué has venido? Ya hice mi trabajo que me pediste.

-Solo vine a ver que estabas bien, cuando él se alteró.

-Porque no me dijiste que el trabajo era uno de campo, ella es informática no un agente de campo.

-Ju, ella hará lo que se le ordene… Sherlock le fue a dar un puñetazo, pero Mycroft lo esquivo.

-Ya, vasta, deja de buscarle las cosquillas a su hermano- la señora Hudson se puso en medio para evitar que se volvieran a pelear -Mycroft debería ser más consiente de los límites de Cat, no vuelva a mandarle hace un caso como ese sola.

-De acuerdo, la próxima vez enviaremos otro agente, Cat tú solo ocúpate de los casos que tengas con mi hermano, si no hay más que discutir me marcho, adiós, que descanses. Se marchó haciendo un gesto de despedida.

-Te acompaño. Le siguió lo señora Hudson.

-Sherlock…- él me ignoro y se fue hacer uno de sus experimentos –vale…tío esto está hecho un asco, en serio no sé cómo en dos días has acabado ensuciando todo.

-No es para tanto, ahora siéntate y descansa tus costilla.

-¡¿ESO DE AHÍ SON AGUJEROS DE BALAS?!

-No chilles, esto es muy delicado- seguía mirando sus cosas –veamos, si este color morado continua no ocurrirá nada, pero si cambia a un color rojizo un hombre habrá perdido la vida, ju, lo que pensaba.

-¿De qué hablas?

-¡SEÑORA HUDSON, SI YA HA ACABADO DE CERRARLE LA PUERTA AL IMBÉCIL SUBA!

-Ahora ¿Qué quiere?

-Toma, llévaselo a Billy y ya que esta hágame más galletas.

-Vale, pero te recuerdo que no soy tu recadera ni tú…

-Sí, sí, dese prisa y gracias. Le cerró la puerta.

-Eso no ha estado bien.

-¿Y qué vas hacerme pegarme una colleja?

-Hoy estas un poco imbécil.

-Es lo que tiene cuando tu mejor amiga te miente y se marcha hacer un trabajo peligroso.

-Lo siento, pero Mycroft me dijo que esta misión era sencilla y que si no la hacía no me dejaría seguir trabajando contigo.

-Siempre usando el chantaje para conseguir lo que él quiere.