Poniendo un sociopata en mi vida.

Capítulo 2: La banda de lunares.

Un tiempo después de mi primer caso comencé en la academia de inglés en donde en poco tiempo logre dominarlo y todo gracias ayuda de Sherlock y la señora Hudson que me ayudaron a practicar.

-Llegas tarde. Dice sin despegar la mirada del ordenador. Por su tono seguro que esta con el mono del tabaco.

-He llegado tarde porque fui a comprar la comida, que por cierto, como no me contestaste para saber que querías te traje lo mismo que para mí.

-¿Y la señora Hudson? ¿No ha preparado nada?

-Te recuerdo que ella hoy tenía que ir al médico y después tenía un asunto que hacer.

-¡Oh! Sí, asuntos como quedar con el supuesto viudo de la calle de al lado. Se levantó rápidamente, cogió la bolsa de la comida y se volvió al ordenador.

-Lo que haga es su problema para eso es mayorcita, además que yo sepa lo de limpiar y hacernos la comida lo hace porque le gusta, no por obligación.

-¿El tipo de los mensajes no se llamara por casualidad Saúl Pinzón Aguirre?

-Sí ¿Por qué?

-Mira este mensaje. Lo leí en silencio al mismo tiempo que no paraba de quedarme asombrada de lo que ponía.

-Eso es patético hasta para él, todo lo que hace para que caiga rendida a sus pies.

-Más bien lo que hace para conseguir vacaciones gratis.

-Y mira que he hecho lo posible para que me deje en paz, solo me falta decirle que estoy con alguien.

-Pues hazlo, no pierdes nada.

-Para que luego haya otro vendiendo mi vida en los programas de TV.

-Ju, nunca pensé que una Hacker pudiera ser tan famosa. Lo dijo sarcásticamente.

-Anda comete los palitos de queso y olvidémonos de ese idiota.

Estábamos sentados en el salón comiendo la comida al mismo tiempo que oíamos las noticias de la televisión cuando sonó el timbre de la puerta.

-La puerta.

-Ya voy, eso sí como te comas mis papas te daré una muy buena.

Tal como le dije baje y le abrí la puerta encontrándome a una joven mujer la cual por su ropa me dice que no es una mujer de clase baja.

-Buenas tardes ¿Está el señor Holmes?

-Sí, acompáñeme.

-No pensaba que el señor Holmes tuviera una secretaria…

-No soy su secretaria soy su compañera- abrí la puerta a la sala viéndome a Sherlock comiéndose mis papas –joder Sherlock te dije que no te las comieras.

-Es que me parecieron pocas…

-Buenas tardes señor Holmes, es un placer conocerle.

-Por favor tome asiento, yo le preparare una tila caliente.

-Gracias, me vendrá bien para calmarme.

-¿Calmarse?

-Sí, tengo mucho temor…

-No tema, aquí está segura, mi compañera es una buena pistolera.

-Tampoco es para tanto.

-Dígame ¿Qué tal el viaje en tren?

-¿Cómo ha sabido que he venido en tren?

-Fácil, tiene un resguardo de tren asomando por uno de sus guantes, por el horario tuvo que salir temprano de casa, cogió un taxi privado ya que un persona de su nivel no iría en uno normal y el color rojizo del ese lado de su cara me dice que se sentó en el lado izquierdo del coche.