Poniendo un sociopata en mi vida.

Capítulo 19: El Hombre Del Labio Torcido.

-Querida no este preocupada, él mismo quiso ir a esa escuela.

-Ya pero no sé, se me hace raro, por si las moscas no me despejare del teléfono por si Arthur se arrepiente de estar internado.

-Ju, Sherlock también le extraña, esta misma mañana tras irte a la oficina del M.I.6. él se estaba preparando para ir a buscarle he ir a jugar cuando recordó que se había ido al internado, el pobre estaba muy decaído, por suerte recibió la llamada de una mujer.

-¿Mujer?

-No estés celosa, que seguro que es una clienta.

-¿Sabe de algo más de esa mujer?

-No, lo único que sé que tras la llamada él se fue.

-Pues espero que sea una clienta de verdad porque como me entere que me está engañando le pediré el divorcio.

-Eres libre de elegir que hacer…- sono el timbre –la puerta, será mejor que habrá.

-Por supuesto.

-Quien sabe puede que tengáis trabajo. Se marchó escalera abajo mientras yo me tiré en el sofá con un comic de Dead Pool.

-“No quiero causar mucha molestia.” Era la voz de una mujer que había venido.

-“Descuida, la señora Holmes es mucho más considerada.”- al oír que la señora Hudson la estaba llevando al salón yo cerré el comic y me senté bien –querida tienes visita, es la señora Wenney. La mujer entro con una cara de tristeza

-Buenas noches ¿Se encuentra bien?

-Sí, perdone por la hora, pero necesitaba verles.

-No pasa nada, por favor tome asiento.

-Gracias- la señora Wenney se sentó –había enviado un mensaje por su página pero justamente cuando lo enviaba la red fallo.

-Si es por eso descuide, soy una TI titulada.

-Bueno eso podría hacerlo en otro momento- se ponía a mirar por el piso -¿Su esposo no está?

-Digamos que anda por ahí con sus cosas.

-Sí es así debería volver cuando estén los dos, así no será un jaleo si repito la historia.

-No se preocupe, yo misma le pondré al día cuando aparezca, además si espera a que el aparezca su caso podría empeorar.

-He venido porque mi esposo tiene un problema.

-Muy bien, cuénteme el problema que tiene.

-Él ha desaparecido y no sé a dónde.

-Veo que no soy la única- suspire –perdone pero ¿Sabe si su esposo tenia de alguna adicción, aventura o algo por lo que desaparecer?

-Mi esposo a raíz de un problema que tuvo se dio a una droga por la cual me ha preocupado, ya que es perjudicial para su salud.

-¿Cocaína?

-No, opio.

-¡Wow! Es una de las drogas más perjudiciales de las que existe y prohibidas.

-Mi esposo no es un santo lo reconozco, pero me extraño que no regresara de una de las orgia que hace. Os aseguro que en esos momentos mientras oía a esa mujer hablar de esa manera me alivio de que mi pequeño no estuviera, no me hubiese gustado que él escuchara eso.

-Vaya, hablar así de liberal de los Hobbies de su esposo me sorprende.

-No me importa lo que haga mientras vuelva.