Capítulo 18: El Misterio De La Segunda Mancha.

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-Sus nuevos clientes están al caer y esta sala parece una leonera. Protestaba la señora Hudson mientas me ayudaba recoger un poco.

-Sherlock, esos deben de ser ellos. Dije mirando por la ventana y quitándole la galleta.

-Mi galleta.

-Esto ya está limpio.

-Le ayudare con la bandeja.

-No hace falta querida, yo la llevare e iré a buscar a Arthur a la escuela.

-Se lo agradezco mucho.

-No es nada. La señora Hudson y yo bajamos juntas.

-Buenas tardes caballeros- abrí la puerta y deje pasar –sígame. Les lleve al salón donde Sherlock nos esperaba sentado.

-Seamos breves, alguien me ha robado un documento muy importante que llevaba junto a mí, al darme cuenta llame al primer ministro y él fue el que nos dijo que viniéramos a veros.

-¿Solo han venido aquí o también a la policía?

-Solo hemos venido aquí, no nos atrevimos a ir a la policía.

-Igualmente es imposible que les informemos, se correría la voz y no queremos que pase.

-Interesante ¿Hay algún motivo para eso?

-Es un documento importante que afectaría a los países de la comunidad Europea.

-Pero Inglaterra ya no pertenece a Europa.

-No pero no significa que no tengamos asuntos con ellos.

-Y porque es muy importante se debe recuperar en secreto y también evitar que quien se lo llevo lo haga público.

-Muy bien, Cat, no estés de pie, siéntate en tu sillón.

-Claro, estaba tan concentrada que no me di ni cuenta.

-Bien, cuénteme el cómo ocurrió todo.

-Al ser secretario de estado me entregaron el documento.

-¿De qué trataba ese documento?

-Una carta de un extranjero al que prefiero mantener en el anonimato- el ministro tosió –me preocupaba mucho que me la arrebataran así que la llevaba siempre conmigo desde que ma la dieron hace días.

-¿A qué lugares ha ido en esos días?

-Solo mi oficina y mi casa en Whitehall Terrance, allí la guardaba en mi cartera en el dormitorio.

-¿Se aseguró que cuando se retiró a dormir aun la tenía?

-Por supuesto, antes de eso mire mi cartera y aun la tenía, ya después la deje en mi mesita de noche.

-¿Y no pudo entrar mientras dormía?

-Le aseguro que yo y mi mujer tenemos el sueño ligero, si alguien entrara le oiríamos y nos despertaríamos.

-¿Cuándo vio que la carta no estaba?

-Por la mañana, mire y ya no estaba, misteriosamente desapareció.

-¿La llevaba en la cena?

-No, la había dejado en la mesita de noche.

-¿Me diría la hora de cuándo cenaron?

-Eran las 19:30.

-¿Cuánto tiempo le llevo antes de dormir?

-La cena no me llevo mucho tiempo y mi esposa estaba fuera viendo una obra de teatro, yo la espere a que regresara, así que nos iríamos a las 23:30.

Poniendo un sociopata en mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora