15 de mayo de 2018
Mónaco, FranciaLevantó la vista para mirar a través de las rendijas de la sombrilla de brezo y admiro el cielo azul veraniego del mediterráneo. Suspiró con satisfacción. Estoy haraganeando bajo sol de la tarde en la playa del Hotel de París de Monte Carlo en Mónaco.
Me acomodo en la tumbona y me pongo a escuchar la selección de musica que tengo en el ipod, el problema es que tengo 1,497 canciones en este y como me harte de escuchar You Found Me de The Fray, la cambio y sale la canción I Just Wanna'Be Free, Man de The Hadcuffs. Sonrió al escuchar el golpeteo de la batería al inicio de la canción. Esa mi canción, me describe perfectamente. ¡Yo, solo quiero ser libre!
―Te vas a quemar.―me susurra Daniel quitándome el audífono del oído.
El sol vespertino se ha desplazado y ahora estoy totalmente expuesta a sus rayos. Yo miro al guapo fortachón de cabello castaño que está sin camisa y puedo admirar su tonificado fuerte tórax. Resoplo y me quito uno de los largos mechones de mi oscuro cabello, se pegaban en mi frente. El me responde con una sonrisita y tira de mi tumbona con un movimiento rápido para ponerme bajo la sombrilla.
―Me vas a arruinar el bronceado.―me siento y le doy un manotazo en el brazo.―idiota.
―Ya deja, de refunfuñar.―me reprende sin borrar sus sonrisa de su cara.―no puedes estar tanto tiempo bajo este sol tan cegador. Sin aplicarte algo de protección solar
―Okey. Okey.―dije me acuesto boca abajo sobre la tumbona y me desabrocho la parte superior del traje de baño.―pues ponme bloqueador solar, sirve para algo más además de regañarme.
Le lanzó el pote de sunblock, hace lo que le pido y con movimientos lentos y meticuloso de sus dedo fuertes y flexibles me cubre la espalda de sunblock dándome un masaje de paso en los hombros. Definitivamente Daniel era el mejor amigo de todo apesar de que se la vive regañandome como si fuera mi padre.
―Pero que lindos se ven los tortolitos.―dice una irritante voz masculina levantó la cabeza pero lo suficientemente para que quedara al aire libre mis senos.
Veo al chico alto parado delante de mí sin camisa, todo mojado incluso su largo cabello está el cuello chorreaba gotas de agua. Mire su abdomen bien marcado debido su dedicación los deporte. Kyle tenía un cuerpo espectacular digno de admirar y que seguramente le habrá causado más de una torcedura de cuello a más de una en la playa.
―calle, Kyle.―le digo volviendo a recostandome en la tumbona.―Daniel solo me esta aplicando sunblock en la espalda.
―Claro.―responde en tono burlón muy molesto y propio de Kyle.―mientras te devora el culo con la mirada. Y tiene buen ojo ese tus mejores lados Val.
―No sea pendejo, Kyle.―se sobresalta Daniel dejando de darme el masaje y empuja muy bravucón a Kyle.―Valerie es mi amiga y yo la respecto.
―Daniel, deja el drama.―digo molesta por su exabrupto, siempre lo mismo con el.―Kyle solo está siendo Kyle.―le recuerdo de lo más tranquila.
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Las Reglas del Abuelo
Ficción GeneralLa última voluntad de su abuelo es una noticia inesperada para ella. Y más al comprender que para poder continuar llevando la vida llena de lujos y comodidad debe casarse con un hombre que este ha elegido sin consultarle que no conoce. ¡Un desconoc...