Capítulo 26.

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Valerie Pov.

Yo había tenido momentos raros en mi vida pero definitivamente este era uno de los más raros, incómodos y a la vez muy dulces que he tenido en mi vida. Nunca me hubiera imaginado que este completo extraño sería capaz de ser tan gentil conmigo. Que hubiera sido capaz de subir esta arriba del árbol para disfrutar de la vista, hablar conmigo y ese beso en la mejilla.

Habíamos pasado un momento muy agradable...

Demasiado sensible... Demasiado bueno para ser real.

¿Por qué es tan amigable? ¿Tan amable?

<<Tal vez, por los millones que va conseguir al casarse conmigo>>una vocecilla maliciosa que casi se parece a la de la araña susurra en mi cabeza. La trato de ignorarla pero ya la duda está sembrada. Y no sabía cómo arrancarla de raíz.

―Un dólar por cada pensamiento.―dice llamando mi atención, ni siquiera me había dado cuenta que había estado ensimismada en mis propios pensamientos. Que no me había dado cuenta que él estaba junto a mí. Demasiado cerca para mi gusto personal, pero ni modo de dejarlo allí tirado después de que se había tenido tremenda caída cuando abaja del árbol.―lo que esté pensado debe ser bastante interesante. Puedo saber ¿en qué piensas?

―Eh... en la boda―solté lo primero que pude para desviar su curiosidad pero en el momento que lo dije me arrepentí de inmediato, pero ya no me podía echar para atrás.

―¿En la boda?―me mira con una muestra de incredulidad

―Sí―carraspeo―es mi boda y debe ser impresionante.

―Bueno, estoy seguro que tu abuelo dejó todo arreglado para darte una boda de princesa―me dice sonríe de una manera que hace que los cachetes se me pongan calientes. Esa sonrisa torcida capaz de desarmar a cualquiera.

―me ofendes, al decir que pretendo una boda de princesa―le digo muy seria.―¿Acaso crees que soy una niña, cursi que se conforma con una boda rosa?

―¿y qué tipo de boda quieres?―me pregunta.

―Quiero una boda estilo; VALERIE―digo con una sonrisa campante. Ya me la puedo imaginar.

―¿Una boda estilo Valerie?―me mira con el ceño ligeramente fruncido pero aún ―¿Cómo es eso?

―Una boda estilo Valeries es; Valiosa, Asombrosa, Luminosa, Espetacular, Romántica, Inolvidable, Envidiable.―le digo―digna de mí

Cuando termine lo único, espera una reacción de incredulidad de su lugar lo que obtuve fue una estruendosa carcajada. ¡Se estaba burlando de mí! ¡Y en mi cara! No me aguante y le di un codazo, olvidándome por completo que él se encontraba adolorido por la caída que tuvo.

―¡Au! ¿Qué?―hace una mueca de dolor, aparenta cerrar los ojos momentáneamente―no me estaba burlando.

―Aja, si como no.―digo muy seria y él esbozó esa sonrisa que sería capaz de detenerle el corazón a una monja de clausura. <<Resiste, Val>> él es solo una cara bonita <<te casara con él solo para cobrar tu herencia, nada más>>.

―en serio.―se defiende―Solo me tomó por sorpresa tu ocurrente, estilo de boda. Dime la verdad ¿se te ocurrió ahora o lo estuviste pensando desde el momento se abrió el testamento de George?

―Por supuesto que ahora―le digo muy seria―que parte de que yo soy, especial aún no captas.

―de acuerdo, de acuerdo.―me dice―Entonces quieres una boda, muy... tú―afirmó él con su voz profunda y clara.

Las Reglas del AbueloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora