Capítulo 4.

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Arthur Pov.

Abro los ojos escuchar el sonido de alarma. Por la ventana se filtran la luz de primera hora de la mañana. Salgo de la cama y despues de cepillarme los dientes, lavarme la cara busco unos pantalones de chandal recién lavados en el vestidor. Decido ir al gimnasio de la planta de arriba de mi departamento, enciendo el televisor para ver las noticias de economía de la edición matinal y me subo a la cinta de correr.

Y en el televisor aparece la fotografía de George Remington, anunciando su muertes nuevamente.

Una rabia interna comienza a crecer en mi interior, trata de que el ejercicio logre aplacarla pero no cede. Por más que aumento el ritmo de la máquina de corre, la rabia e impotencia que estoy sintiendo no desaparece. Paro la maquina de correr, mi respiración se encuentra especialmente violenta. ¡Nunca olvidaré la tarde de ayer! sus últimas horas de vida.

****Flash Black****

Sábado, 15 de mayo de 2018

Pisaba el acelerador del auto a fondo para seguir de cerca a la ambulancia, en la que los paramédicos antendia la gravedad de George. Y rogaba a porque pudiera llegar al hospital con vida. Martha se había ido con él en la ambulancia para estar a su lado, esa mujer si que lo amaba de verdad.

Llegamos al hospital y la ambulancia se estacionó por la entrada de emergencia. Yo me estacione por detrás de ellos. Los paramédicos bajaron de manera apresurada a con George en una camilla y corriendo con él hacia el interior del hospital. Yo iba a seguirlos está que no te lo afligida que se encontraba Martha por lo que estaba pasando. La ayudo a bajar de la ambulancia para brindarle mi apoyo incondicional

―gracias, querido.―tratada de darme una sonrisa que no le llega a los ojos, coloca su mano sobre mi mejilla con un gesto de calidez muy propio de ella.

Martha es una la mejores personas que he tenido la dicha de conocer. Es una dama en todo los sentidos de la palabra incluso ahora que se está tan afligida por la salud de George mantiene una serena y pacífica expresión en su rostro de reina. A pesar de su edad es una mujer muy elegante, fina y conversa parte de su belleza. En su juventud debió ser una mujer muy atractiva, su cabello que debió ser rubio pálido ahora era un blanco platinado y estaba recogido de manera elegante, sus facciones pálidas y hermosas de su rostro en forma de corazón, mirada compasiva y calidad.

―vamos a ver como esta George.―le digo y caminamos ella apoyada en mi.

―Eres tan gentil, Arthur.―me regala otra sonrisa esta vez si le llega a los ojos.―Por eso te mereces el destino que planeamos.―dice

Yo frunzo el ceño al no comprender la frase final; "te mereces el destino que planeamos" ¿a que se refiere? al ver su semblante se que no me dirá a que se refiere con eso de merecer algo que ellos planearon.

Llegamos a la sala de espera y le preguntamos a la enfermera del mostrador que lo estaban interviniendo los médicos que no tenia mas novedades. Pasaron las horas está que un médico salió y dijo que George se encontraba estaba a pesar de que su estado era delicado. Martha paso a verlo y luego me dijo que George deseaba hablar conmigo.

Entró a la habitación y encuentro a George recostado en la cama. Con un monitor que notifica los latidos de su cansado corazón. ¡Me cuesta mucho verlo así! George Remington siempre a sido un hombre fuerte de una sola pieza de mucho carácter. Ese hombre que se encontraba más cerca de la muerte que de la vida, significaba mucho para mi.

George Remington había creído en mí, había reconocido muy arduo trabajo y mis esfuerzos. Me ayudo a pagar mi estudios y me convertido en su mano derecha pase de ser un simple valet que aparcaba los autos en su compañía a convertime en uno de los accionista de River Beauty.

Las Reglas del AbueloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora