Capítulo 15

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Arthur Pov.

La cabeza me dolía,  por todos los eventos del dia.  Pero lo que metía la cabeza apunto de estallar era escandalosa cargada de Ethan que desde hace más de treinta minutos. Con primos como este desgraciado, quien carajo necesita enemigos. De verdad tenía ganas de golpearlo no solo por estar burlándose de mi miseria sino porque estaba llamando la atención de todo el restaurante. Estábamos comiendo en The Palm, uno de los restaurante mas exclusivos y con su gran risota estaba llamando la atención de todo el mundo. ¡Idiota, Pendejo!

Después de todo el alboroto que se había formado en la mansión Remington, cuando el pequeño monstruo se desmayó. Tuve someterme a un par de pregunta de quien se autodenomina su casi hermano. Además de recibir de parte suya una serie de consejo inútiles de cómo evitar que el pequeño monstruo me arranque la cabeza antes de la boda. Joseph me informo que si deciamos aceptar las condiciones del testamento no debíamos preocuparnos por los preparativos de la boda porque ya todo literalmente estaba organizado unico que falta era comunicarse con el arzobispo Salazar de Valdez que sería quien oficiara nuestra misa de esponsales y con él había que comunicarse con tiempo para que viajará desde Madrid para aca.

―¡Puedes dejar de reirte!―gruño cerrando el puño listo para golpearlo si continúa burlándose

―Sí, me estoy riendo de la envidia―responde entre risa―Aún puedo creer que el viejo Remington te haya dejado literalmente casi toda su fortuna―niega con la cabeza mientras le pide el capitán que rellene el copa de champagne, para él esto era motivo de celebración.―¿Y? para cuando es la boda, porque supongo que tengo buscar un buen traje. Ya que las madrinas de boda seguro que estan tan buenas como tu diablilla.

Me mantengo en silencio y doy un largo trago a mi vaso. Me la he pasado casi todo el dia bebiendo como un puto alcohólico como aun no siento los efectos. Quiero que el alcohol me obnubila el cerebro. No, puedo creer que tanta lealtad, tanto respecto y tanta admiración de mi parte hacia Remington hayan sido pisoteada de esta manera tan...tan absurda.

―¿me digas que está considerando realmente?―hace la pregunta arqueando

―¿Tú que crees?―espete masajeandome las sien.―¿Que harias tu en mi lugar?

―Yo ni lo pensaba―se echa para atrás, mientras disfruta del champagne. Una botella de Blanc de Blancs Le Mesnil-sur-Oger cuesta casi $899.00 dólares. Y mi querido primo se la está bebiendo como agua de pluma―Mira tu alrededor―hace un gesto con el dedo índice señalando el restaurante―estamos comiendo uno de los restaurante más costoso y inclusivos de toda la ciudad. Bebiendo champagne como reyes. Una botella de esto casi cuesta mil dólares. ¡Por el amor a Dios! La vida, el destino, George Remington te están compensando por todo lo que te jodiste desde joven y ahora me vienes decir que lo vas a rechazar.

―¿Enserio, piensa que es tan sencillo?―siseo.

Ethan y yo venimos de la clase media. Clase trabajadora de esa que se la pasa toda la vida cobrando el mínimo salarial, viviendo cheque a cheque para tener las cosas al día y que muy pocos tiene la posibilidad de ahorrar para poder costearse una vacaciones de más de una semana en un lugar cálido como el trópico. Cuando los dos salimos de high school dejamos Iowa y no vimos a estudiar aquí. Ambos obtuvimos becas deportivas yo en natación y Ethan béisbol. Pero a pesar de que ambos teníamos más o menos costo de nuestro estudios asegurados conseguimos rápido trabajo, las becas se agotan y hay otros que la necesitan más que uno.

Yo, nunca ambicione una gran fortuna ni aspire o poseer una fortuna ilimitada como la de los Remington. Solo queria un bueno trabajo, que me diera una estabilidad económica. Casarme con una chica que estuviera buenísima y que estuviera locamente enamorada de mí. Mudarme una buena casa con cerca blanca y tal vez con una piscina pero que tuviera suficiente espacio para hacer parrilladas todos los domingos e invitar a medio mundo. Quizás dos hijos.

Las Reglas del AbueloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora