Everybody Loves Jimin- BTS X Jimin

Parte 15: Mi Yoongi

-----continuación de mi historia con Yoongi----

Ahí estaba yo, contra el muro de elevador, siendo besado profunda y desesperadamente por el rostro de pánico y al mismo tiempo de alivio de Min Yoongi, y una bocanada de aire tras otra, un contacto tras otro ese semblante fue desapareciendo, siendo cambiado por uno de complacencia, de calor incesante.

Se separó de mi unos momentos, respirando sobre mis labios, y yo sin poder creer lo que estaba pasando lo miré fijamente, respirando de forma pesada.- De esto...-Dijo finalmente.- De que esto fuera tan agradable como imaginé... y lo és... es más... agradable de lo que esperé.- Musitó, volviendo a mis labios, comiéndoselos lentamente, mientras yo con el corazón a punto de estallar lo recibí y lo acogí dentro de mi boca, más aún cuando su lengua tocó la mía de forma extasiante.

Cuando la puerta del elevador se abrió se separó de mi, respirando de forma impaciente, y yo, casi al borde del desmayo me recargué en la pared, mirándolo con la cara completamente roja y los labios entre abiertos.- Eres... demasiado lindo...-Murmuró, acariciando mi mejilla y tras ello acarició mis mejillas con cariño, sonriéndome.

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Esa noche, después de besarnos un rato más en el elevador, entramos a la casa a hurtadillas, y nos dirigimos a mi habitación discretamente. Claro que yo ardía en deseo de entregarme a él, después de todo había sido cautivado por él desde hacia mucho tiempo y por otra parte, aunque me rehusara a admitirlo, no había tenido sexo en demasiado tiempo, pero él, fuera de todo lo que pensaran los demás era un caballero, por eso me dejó en mi habitación después de darme un tierno beso en la frente, tratando de decirme lo que fuera pero yo lo detuve.

-No tienes que decir algo sobre esto... se que... es difícil...

-Si...-Dijo sinceramente

-Hablemos de esto después.- Lo animé

-Si... tienes razón.- Suspiró.- Descansa Jiminie...-Dijo saliendo de mi habitación y yo con el corazón explotándome me metí dentro de las sábanas, gritando, chillando como una mujercita, sonriendo como un bobo, como hacia mucho no sonreía.

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La noche siguiente salimos a comprar café como siempre, pero en realidad cuando salimos del edificio ni siquiera pasamos por la cafetería, no sentamos en la banca solitaria del parque como siempre, y ahí sin decir palabra alguna comenzamos a besarnos, primero lentamente, tierno, y después antes de que pudiese darme cuenta estábamos detrás de un arbusto, besándonos suciamente, y esos besos que se había limitado a los labios hasta ese momento se deslizaron por nuestros cuellos, por nuestras clavículas, convirtiéndose en mordidas húmedas, y después en suaves roces de lamidas.

Una noche tras otra, nos limitamos a tomar ese espacio para salir a besarnos, a decir tal vez una o dos palabras y lo demás lo aprovechábamos para comernos a besos, antes de que fuese muy tarde y tuviésemos que entrar de nuevo a casa, para fingir que nada pasaba.

Los chicos preguntaron varias veces que es lo que le pasaba a Yoongi, porque de repente se había vuelto alegre, tanto que asustaba, al grado que pd le sugirió ir a médico, pero yo era el único que sabía porque... y eso me hacía sentir cálido el corazón.

Fue una vez que regresábamos tomados de la mano a casa, que sentí el tacto de sus manos impaciente.

-pasa algo?

-N-no nada... porqué?

-Por nada supongo.- Dije mirando hacia la puerta de mi habitación, y ahí me dejó como siempre, dándome un pequeño beso en los labios antes de irse a su habitación.