Everybody Loves Jimin- BTS X Jimin

Parte 29: "¿Puedes...?"

Narrado por Jungkook

Continuación...

Entre cerraba los ojos de vez en vez, viendo como la luz se perdía esporádicamente entre los árboles que pasábamos de lago por el sendero, hasta que llegamos a la carretera, y después de ello un camino de pavimento nos dió la bienvenida, aún mojado por la lluvia de la noche anterior.

Nuestra ropa, que permanecía ligeramente húmeda, desprendía un olor a tierra mojada que me inundaba los sentidos, haciéndome sentir tranquilo, y la persona a mi lado, que conducía con los ojos fijos en el camino me hacia suspirar discretamente, como un tonto... como un loco.

Nos habían remolcado en la mañana para sacarnos del fango y ahora nos encontrábamos camino a casa sin demora, después de que pudiésemos llamar a Namjoon Hyung para decirle que estábamos bien y que llegaríamos en unas horas.

Jimin lucia cansado, y aún así conducía de forma apacible, suspirando de vez en vez tal vez con la intención de distraerse a si mismo y yo por mi parte, con el cinturón de seguridad puesto lo vigilaba de reojo, al pendiente de que el cansancio no fuera a distraerlo. Le insistí que yo podía manejar, no tenía licencia pero sabia hacerlo, y a pesar de ello él se negó con una sonrisa, sin necesidad de argumentar nada más, y yo extrañamente obedecí a la primera, pero era lógico... si Jimin me hubiese pedido en ese momento que saltara de un precipicio solo hubiese necesitado preguntarle de cual quería que saltara...

Estaba cautivado

Porque una bruma de culpa se acumulaba dentro de mi, aumentando mi vergüenza, mis ganas de reconocerme como un cretino, y como un patán, y sin embargo, su rostro preciosos, su dulce voz parecían tener una especie de hechizo de amnesia, porque egoístamente podía deshacerme de todos esos pensamientos escuchándolo hablar.

Era patético de mi parte, lo sabía perfectamente, pero no me importaba... no me importaba mi dignidad, no me importaba ser sensato, ser maduro... juro que todo eso comenzó a carecer de importancia cuando cai en cuenta de que después de tantos años... él... era mío.

No importaban las razones por las que lo era... si no que finalmente lo era.

Jiminie... mi amigo y mi primer amor... ahora era mi novio.

Mi novio

-"Es mi novio".- Pensaba, incapaz de contener la dicha dentro de mi pecho, incapaz de contener la pequeña sonrisita estúpida en mis labios, y él, mirándome fijamente me sonreía de vuelta, potencializándola.

Paramos en una estación de servicio, en donde me bajé sin chistar del auto, y entré lo más rápido que pude, regresando con café, galletas y todo tipo de golosinas, aunque él solo me hubiera dicho que quería beber algo caliente, y cuando llegué al auto de nuevo sólo pudo reírse tímidamente, viendo todas las cosas que caían en sus manos.

Esa sonrisa me hizo la mañana, el día... me hizo la vida.

Tomó ese café de forma apacible, consumiendo una o dos galletas con lentitud, mientras yo, abrazando mis piernas sobre el asiento lo miraba atentamente, sonriendo, viéndolo comer pequeños pedazos que parecían insípidos ante su propia dulzura.

-No vas a comer algo?....-Preguntó sonriéndome y yo, perdido como un idiota reaccioné de una vez por todas, avergonzado, tomando una galleta entre mis manos y la mordí sin más, escuchando su pequeña risa

-¿Porqué la inapetencia...? No hemos comido nada desde ayer...

-Jiminie... ¿puedo besarte...?.- Interrumpí, y él se quedó en silencio un segundo, mirándome con curiosidad