(Ad.+18) Todo se convirtió en un problema, cuando los 6 se enamoraron de la misma persona, y comenzaron a competir por él sin siquiera saberlo.
Historia original mía, no copias ni adaptaciones
-Perdóname... Tae... -Musité sintiendo un nudo en la garganta, y dentro de los brazos apacibles que me estrechaban me hice pequeño, más pequeño que una gota de agua, y esperé paciente, a que la culpa dentro de mi pudiese disiparse, pero no lo hacía.- "Jungkook...¿ puedes desaparecer todo lo que hay en mi cabeza....? Por favor... ¿Puedes...?".- Pensé, volteándome hacía él, viendo su apacible rostro dormido, y sintiéndome abrumado me subí sobre su cuerpo, despertándolo un poco, hasta que sus ojos me encontraron, viéndome desde abajo
-Jimin...-Musitó adormilado
-Házmelo...-Supliqué al tiempo que me inclinaban para besarlo profundamente.-Házmelo otra vez...-Suspiré.
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Narrado por Jimin
No tuve el valor...
Se suponía que iba a tragarme todo el miedo dentro de mi pecho, que iba a romper este ciclo de incertidumbre, que rompería la jaula en la que me había metido por cuenta propia y dejaría que los demás me acompañasen, que sería sincero, que sería valiente, pero no lo fuí... en cambio me escondí a discreción entre los rincones, pasando de una sombra a otra en silencio, con la esperanza de que nadie pudiese notar mi presencia.
Fuí ingenuo
Porque por un momento olvidé, que las personas de las que pretendía esconderme siempre me tenían presente en sus pensamientos...
Tomé la mano de Jungkook con egoísmo, y dejé que el tiempo pasara ante mis ojos, colgándome de su espalda para que no me dejara tocar el suelo, porque sabía que si lo tocaba entonces la nube en la que me encontraba se disiparía como vapor de agua, y yo, tal vez -más que tal vez- entraría en cuenta de que lo que hacía era vano, y era inútil.
No quería que se alejara de mí... lo había amado desde que éramos pequeños y la idea de perderlo por esto... me atormentaba. Él era feliz, tanto que cada mañana me despertó con un beso, seguido de esa sonrisa amplia e infantil que le provocaba arrugar la nariz, cerrar un poco los ojos.
Así es como crei que todo estaría bien, dejando que me meciera entre sus brazos, dejando que me contagiara con la dicha que no le cabía en el pecho... que me diera un poco de ella como agua clara, olvidé como un tonto que no importaba lo sediento que estuviera, no podía tomarla sino tenía con qué hacerlo... olvidé como un tonto que el amor no se forzaba por mucho que yo lo quisiera, y sin embargo tenía esperanza, de que ese calor que crecía dentro de él se terminara metiendo en mi cuerpo a través de nuestros besos.
Pero el tiempo no fue amable, y tampoco indulgente... pasó ante mí casi corriendo, dejando a los demás como espectros de los que me escondía, para no tener que dar explicaciones, para que no pudieran ver a través de mi careta, y sin embargo, en algunas ocasiones pausó su marcha, deteniéndolo todo, solo para poder mirarme fijamente, como un reflejo deprimido, y me observó con tristeza, incluso con lástima, hablándome a silabas lentas:
-"No es justo..."
-"No, no lo és... pero... ¿Qué más puedo hacer?"
Se fue de nuevo sin contestarme, inclinando la cabeza como si estuviese decepcionado de mi respuesta, y no volvió a hablarme, solo siguió pasando, recorriendo la luna del cielo para dejar nacer al sol de forma opaca, mientras yo, tomado de la mano de mi tierno novio fingía no verlo, fingía no sentirlo.
Hasta que terminó alcanzándome, hasta que terminó haciéndome pagar por ignorarlo, poniéndome delante a unos ojos de ensueño, que un día, después de haberme estado escondiendo fervientemente me encontraron, serenos y agridulces, buscando una respuesta.
-Tae...
-¿Podemos... hablar...?.- Dijo sonriéndome, tragando en seco por un segundo.
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Este es un pequeño maratón, espero que lo disfruten ❤❤❤ Cap 1/3
