Everybody Loves Jimin- BTS X Jimin

Parte 27: Frío

Narrado por Seokjin

Tocaron a mi puerta muy temprano por la mañana, de hecho casi siendo de madrugada. Pensé que estaba soñando, por eso adormilado apenas mascullé una respuesta inentendible, pero que fue suficiente para que el susodicho entrara, y lo encontré mientras me incorporaba sobre la cama, comprobando que no era un sueño lo que estaba viendo.

-Jin Hyung...

-¿Qué pasa...? ¿Estás bien?- pregunté preocupado por su repentina visita y él sólo asintió de forma rápida, casi nerviosa.

-Todo está bien, lo siento pero quería pedirte un favor...-Dijo avergonzado sin ser capaz de levantar la mirada.- ¿Puedo pasar?

-Sí... -Musité, encendiendo la luz de mi lámpara de buró y encontré por fin su rostro iluminado, sus bonitos labios sonriéndome tímidamente, subiéndose a mi lado en la cama.

-¿Porqué estás tan nervioso, Jiminie...?

-Yo... lo siento es que, hace mucho que no hablaba contigo a solas...-Dijo sin más, frotando sus pequeñas manos.- No se que tan hipócrita pueda parecer de mi parte que me aparezca así como así para pedirte un favor... debe ser incómodo...

Ante su afirmación no pude evitar reírme un poco, yo había sido un cretino con él y sin embargo ... estaba preocupado de hacerme sentir incómodo, de verdad Jiminie era algo increíble.-Ya veo..

-¿Porque te ríes?

-Porque eres un ángel.- Respondí en automático, tentado a acercarme pero sabia que no era lo correcto, probablemente -más que probablemente- hubiese salido corriendo y entonces esa poca confianza que se había generado dentro de mi habitación, esa que podría rehabilitar nuestra relación se hubiese roto.

Me sentía feliz, tan nervioso como él, porque tenia razón: después de mucho tiempo estábamos solos y finalmente había venido a mi habitación por iniciativa propia, me sentía tentado a actuar como siempre, a tratar de tocarlo para consolar un poco de esa ausencia insufrible que me había acongojado a lo largo de estos meses pero me contuve a mi mismo, tenia suficiente con ver que el estaba feliz y me sonreía de forma sincera, como creí que jamás volvería a sonreírme, eso me hacia sentir lleno, acogido de nuevo.

-No... soy un ángel, Hyung.- Dijo de repente, con las mejillas completamente sonrojadas, mientras me dirigía una mirada tímida de puchero que hizo a mi corazón palpitar. Quería decirle que si lo era, que era un angel tierno y bonito... que lo quería... Dios, moría por abrazarlo como antes, pero no me di oportunidad de continuar, el hilo que sostenía esa conversación apacible entre nosotros se había vuelto tan frágil que no quería arriesgarme a que me mirara con desprecio, no de nuevo, por fin estaba ahí, sonriéndome, conversando conmigo como si yo no hubiese sido un completo imbécil, y me sentí afortunado, un poco perdonado y al mismo tiempo indigno de su perdón.

-¿Que favor necesitas... Jiminie?.- Dije tratando de despejar mi cabeza y el movió esos ojos bonitos hacia mi, sonriendo ligeramente apenado.

-Yo... bueno de hecho son dos favores...

-Esto empezará a costarte.- Bromee, viéndolo sonrojarse

-Te pagaré lo que me pidas a cambio.- Dijo apenado y yo, tomando ese pequeño segundo me di permiso de revolver su cabello un segundo, que pasó como cámara lenta para mi, porque cerró los ojos de forma apacible, como si recibir mi cariño nunca se hubiese convertido en algo ajeno y malo para él.

Me sentí feliz

-Bien, me parece justo.- Dije sonriendo y el asintió

-Es que... quería hacer unos almuerzos... pero... me salieron horribles.- Dijo apenado