Everybody Loves Jimin- BTS X Jimin

Parte 23: La respuesta

-Tae... te quiero.- Dijo quedito, dándome un pequeño beso en los labios y yo lo recibí con los ojos cerrados, embriagándome con sus dulces palabras, aunque supiera que era un premio de consolación, aunque supiera que tal vez lo decía porque no quería herirme... esas palabras fueron para mí un tesoro invaluable, y las dejé correr por mi cabeza, junto con el roce final de sus dulces y suaves labios
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Cuando entramos en el auto el aroma fresco del jabón lo llenó todo, y él, antes de abrocharse el cinturón se acomodó el cabello frente al espejo retrovisor, mientras yo lo observaba en silencio, hasta que el auto comenzó a avanzar.

Era tarde, aunque no lo suficiente para llamarse el día siguiente, y aún así yo me la pasé tratando de pensar en una excusa válida, la que fuera, con tal de que no llegáramos todavía a casa, porque quería seguir estando a su lado de esa forma, él y yo solos, como si nadie más en el mundo existiera, pero sabía que no era posible y entré en cuenta de ello cuando aparcó el auto en el estacionamiento.

Bajamos en silencio, dirigiéndonos al elevador, y en cuanto la puerta se cerró, después de todo ese rato me dirigió la mirada junto con una sonrisa extraña, porque era amable y al mismo tiempo parecía confundida. Por eso lo tomé entre mis brazos, antes de que el elevador me quitara el tiempo que nos quedaba juntos para que llegáramos al último piso, de vuelta a la realidad, y el correspondió mi abrazo, metiéndose entre mis brazos con cariño.

-Gracias por esto... Jiminie...-Fue lo único que pude decir, percibiendo el dulce aroma de su cabello, y tras ello las puertas del elevador abriéndose me obligaron a dejarlo ir.

-Yo...-Balbuceó, con la mirada al piso, avergonzado, y ante ello sólo pude inclinarme hacia él, para darle un breve beso en la mejilla, con cariño.

-A tu ritmo...-Fue lo único que dije, antes de salir del elevador, con ligera impaciencia... sabía que es lo que iba a decirme, pero ya había tenido suficiente de ello, lo había entendido: que él no podía corresponderme en este momento, que se sentía culpable por recibir mi amor sin nada a cambio, que debía solucionar sus problemas primero... que me quería...

Lo había entendido.

Pero mi corazón no lo hacía del todo, no mientras él me diera una mínima esperanza, y con esa mínima esperanza me fui a la cama esa noche, percibiendo sobre mi cuerpo el aroma dulce de su piel.

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Narrado por Namjoon

Pasaban tal vez de las 12, cuando los ojos comenzaron a pesarme, y en ese momento me incorporé sobre la silla, estirando los brazos hacia el techo, tratando de quitarme la pesadez de los hombros, cuando tocaron a mi puerta discretamente y voltee viendo una silueta pequeña detrás de ella.

-Pase...-Indiqué, y unos ojos de gatito se asomaron por un lado, haciéndome sonreir a pesar de que me encontraba cansado.

-Namjoonie Hyung... -Dijo en un tono pequeño.- Sólo quería avisarte que ya llegamos a casa

-Que bien, ¿se divirtieron?

-Si, fue divertido

-Me alegra escucharlo.- Sonreí

-¿Qué estás haciendo?.- Dijo curioso, cerrando la puerta tras de sí, y yo ligeramente apenado lo observé asomándose a la pantalla de mi ordenador.

-Estoy arreglando una pista...

-Oh... ¿En serio?.- Dijo acercándose un poco más.- ¿Puedo ver?.- preguntó, y yo me proponía a comentarle que aún no sonaba muy bien, cuando sin más se sentó encima de mí, dejando caer su peso sin timidez alguna y yo enmudecí por completo. No hubiese tenido problema, Jimin se había sentado antes sobre mi pero... lo había hecho sobre mis rodillas y ahora... esa parte de su cuerpo que tanto me... gustaba... estaba sobre mis muslos, sobre mi entrepierna.