Everybody Loves Jimin- BTS X Jimin

Parte 28: Quédate

Narrado por Jungkook

Continuación...

-Jungkook...-Murmuró, tratando de tocarme la cara, con sus pequeños dedos mojados por algunas gotas, pero retrocedí, de nuevo todo aquello comenzaba a abrumarme, y no quería que intentara consolarme, su consuelo solo me hacia más mierda la cabeza.

-No... me toques... no lo hagas.- Supliqué fundiéndome en enojo, y en una tristeza que sentía desbordarse, al igual que la lluvia sobre nuestras cabezas.

Me levanté sin más, sin siquiera mirarlo, y haciendo una bola gigante con el mantel lo metí en la mochila, para acto seguido tomar mi bicicleta y sin decir más seguí mi camino, dejándolo atrás.

La lluvia, que era tranquila parecía ser una una improvisada cascada de repente, porque toda mi ropa estaba empapada, sumamente pesada y aún así la sentía un poco más ligera que lo que traía en la cabeza, que lo que traía dentro del pecho y agradecí que me estuviese cayendo en la cara, porque de esa forma mis ojos no se pondrían tan rojos, mi nariz que gimoteaba por lo bajo no se congestionaría, y mis lágrimas se las iba a llevar el agua, de forma tan eficiente que tal vez... solo tal vez conservaría la pizca de dignidad que me quedaba.

Él siguió tras de mí, al paso veloz que nos permitía el fango bajo nuestras botas, aunque ya no servía demasiado que siguiéramos caminando rápidamente, el extenso y lodoso camino que nos aguardaba reservaba aún para nosotros algunos minutos más de caminata en silencio, hasta que a lo lejos, casi como un espejismo, la pequeña caseta de vigilancia se anunció con un solo foco que alumbraba la oscuridad que se nos venía encima por los últimos minutos de luz de la tarde, y por otro lado la camioneta color negro de Jin Hyung, que era el único auto estacionado.

Aún con el agua empapándonos hasta el último centímetro de piel subimos las bicicletas al arnes trasero del auto, en silencio, sin mirarnos, y metimos la mochila dentro de la enorme cajuela para proceder a subirnos sin más, cuando, como si fuese una mala broma del destino, Jimin hizo una pausa, sin importarle la lluvia cayéndole de lleno sobre la cabeza y miró hacia abajo, diciéndome que las ruedas estaban comenzando a hundirse en el fango, no le contesté, el se limitó a subirse al auto y me indicó que le dijera si avanzaba, pero no lo hacia, no lo hizo aún cuando pusimos unas piedras debajo de las llantas para que hiciera tracción, y tampoco sirvió empujar, por eso sobre pasos pesados fui a buscar al guardia de la caseta, pero estaba vacía, y nadie la ocupó durante las horas que estuvimos metidos en el auto, completamente empapados y sin decir una sola frase, viendo los teléfonos cada cinco minutos en busca de una señal que no llegó, y una batería que se agotaba poco a poco.

-Deben estar preocupados por nosotros...-Dijo en voz baja, con la mirada puesta sobre el parabrisas difuso, y finalmente apagó las luces del auto, dándose por vencido.

-Yo... caminaré hasta la carretera, había una estación de servicio, de ahí llamaré una grua...-Dije poniéndome el gorro de la chamarra, con la intención de salir pero el brazo de Jimin me detuvo.

-La estación está a 6 kilómetros

-Iré corriendo.- Dije tratando de quitarme su brazo de encima pero se negó a soltarme.

-Está oscuro, quédate aquí, veremos que hacer cuando salga el sol

-No podemos quedarnos así, estamos empapados...

-Jin Hyung tiene abrigos en el auto siempre, nos los cambiaremos y...

-Usaré la linterna del celular, déjame ir ya.- Insistí, forcejeando

-Jungkook...-Insistió sujetándome y por alguna razón ese roce lograba quemarme, abrumarme más de la cuenta, él no podía verlo, no podía darse cuenta de que lo único que necesitaba en ese momento era escapar de él, poner un poco de distancia para que no escuchara a mi corazón quebrarse poco a poco.