Desde las profundidades (Steter)

Capítulo 2

PoV Peter

Un suave sollozo me desconcierta, no sé que hora es pero aun es de noche, el sollozo se vuelve a escuchar y yo me giro buscando de donde viene. Stiles a mi lado está sudando mientras se mueve bastante.

- No por favor.- Dice sollozando, gruesas lágrimas caen de sus ojos cerrados y un nudo se me forma en el pecho.- Para por favor, me haces daño.- Dice mientras vuelve a moverse bruscamente.- ¡Otra vez no por favor!- Grita cubriéndose la cara.

- Stiles.- Le digo moviendolo para despertarlo pero solo consigo que siga sollozando.- Stiles despierta.- Le digo moviendo más fuerte, él abre los ojos, mira toda la habitación y se detienen en mí.- ¿Estás bien?- Le pregunto, él me mira desconcertado.

- Si... Eso creo.- Dice limpiándose las mejillas, suspira y se quita la camiseta.- Siento haberte despertado Peter.- Me dice con la cabeza agachada, yo niego y acaricio su, ahora desnuda y sudada, espalda.

- No te preocupes.- Le digo dándole una sonrisa, él suspira y aparta la mirada.- ¿Quieres hablar de ello?- Él niega rápidamente y me mira con miedo. Yo asiento y me tumbo apoyando mi cabeza en la mano.- ¿Desde cuando tienes pesadillas?- Le digo mirándolo desde abajo, él suspira con pesar y encoge los hombros.

- Siempre las he tenido pero desde que mi madre falleció fueron a peor.- Dice encogiendo los hombros, yo asiento y él me imita poniéndose en la misma postura.- Normalmente tomo pastillas para dormir pero ayer se me olvido sacarlas de la maleta y no quise molestarte.- Dice avergonzado, vuelvo a sentir, él se gira y se queda mirando el techo. La poca luz que entra en la habitación me permite apreciar su figura, sus lunares y sus pequeñas imperfecciones que a su vez lo hacen perfecto. Una lágrima cae por su mejilla y yo rápidamente la limpio.

- ¿Seguro que no quieres hablarlo?- Su mirada cae en mí por unos segundos y rápidamente la aparta.

- Estaba soñando, bueno más bien recordando, en lo que se transformó mi padre después de que mi madre muriera.- Mis manos se tensan porque toda la manada sabemos lo que tuvo que pasar Stiles.- Y después de seis años sigue siendo doloroso.- Dice dejando caer las lágrimas por sus mejillas, mi corazón se encoge en el pecho y lo único que puedo hacer es sentarme y cogerlo dejándolo apoyado en mi pecho.

- Tranquilo ahora estás con nosotros, nosotros somos tu familia ahora.- Le digo mientras noto como esconde su cara en el hueco de mi cuello. Suspiro y doy suaves caricias en su espalda. El cuerpo de Stiles cada vez pierde más fuerza y se va quedando dormido otra vez. Suspiro y dejo un beso en su coronilla.- Mientras yo este aquí nadie te va a tocar un pelo mi niño.- Susurro y me tumbo dejándolo apoyado en mi pecho.

Cierro los ojos y me duermo con una sonrisa en la cara al notar la suave presión de su cabeza en mi pecho.

*

El aire caliente de Massachusetts nos da la bienvenida, un resoplo sale de mi boca cuando la temperatura sofocante se une a la actitud sofocante de los adolescentes que hay en el coche. Después de un día entero conduciendo sin casi parar hemos llegado a nuestro destino.

- Mirar adolescentes hormonales, como no os estéis quietos hasta que lleguemos a la  casa os juro que os abandono en el arcén.- Les digo gruñendo, Jackson y Isaac se quedan quietos y mirándome con miedo mientras que Scott solo niega con la cabeza.

- No serias capaz.- Dice Scott cruzando los brazos en su pecho, mis ojos conectan con los suyos y levanto mi ceja incrédulo.

- No me retes pequeño Alpha.- Le digo volviendo a poner atención a la carretera, una pequeña risa llama mi atención y veo a Stiles mirando por la ventana para disimular.

Un cartel me indica que solo nos quedan unos kilómetros así que acelero hasta el limite para llegar lo antes posible a nuestro nuevo hogar.

Detengo el coche delante de una gran casa. Salimos todos admirándola, es preciosa y espaciosa. Diría que es más grande que la mansión Hale. Scott sonríe con arrogancia y saca las llaves.

- Esta casa tiene doce habitaciones, seis baños, cocina, salón y biblioteca.- Dice mientras mira por encima de su hombro la casa.- Las habitaciones ya están asignadas tienen vuestras iniciales en las puertas.- Dice antes de darnos una copia de las llaves a cada uno.- La grande es de la puerta principal y la otra de vuestra habitación.- Todos asentimos a la vez y nos adentramos dentro de esa maravillosa casa. En el salón Scott nos detiene antes de empezar a subir los escalones y nos sonríe.- Derek, Peter, Liam y Stiles vuestras habitaciones están en la tercera planta.- Nosotros asentimos y sonreímos.- Malia, Lydia, Jackson y Ethan vosotros a la segunda con Isaac y conmigo.- Dice con una sonrisa, coge la mano de su novio y suben hasta la habitación que lógicamente comparten. Nosotros los dejamos y subimos a nuestra planta. Hay un total de seis habitaciones, cuatro de ellas con letras en las puertas. Dos a la derecha, D.H y L.D, y otras dos enfrente de las anteriores, P.H y S.S.

- Parece que volvemos a ser compañeros de habitación.- Me dice con una sonrisa Stiles, yo se la devuelvo y asiento.

- Eso parece.- Susurro antes de entrar a la que será mi habitación. Una cama de matrimonio, un sofá, un armario, un escritorio y una de las paredes están cubiertas con una enormes librerías vacías.Gracias Scott. Suspiro y me dejo caer a mi cama. Miro toda la habitación y una puerta llama mi atención. La abro y lo primero que veo es otra habitación, muy parecida a la mía pero sin librerías. Encima de la otra cama esta Stiles mirándome fijamente, yo sonrío avergonzado y rasco la nuca.- Lo siento, no sabía donde llevaba.- Le digo antes de cerrar la puerta, suspiro y empiezo a guardar mi ropa en el armario y a poner los poco libros que me he podido traer hoy, los demás me los trae mañana un camión de mudanzas.

Dos golpecitos en la puerta se escuchan y yo me aclaro la garganta antes de hablar.

- Pasa.- Digo sin girarme, tampoco lo necesito para saber que es Stiles.- ¿Necesitas algo Stiles?- Le pregunto cuando nadie habla.

- Mmm no.- Dice nervioso, me giro encontrándome a un Stiles avergonzado y sonrojado.- Solo quería decirte que puedes entrar a mi cuarto cuando quieras.- Se queda en silencio mirándome sorprendido y baja la cabeza avergonzado.- Eso sonaba mejor en mi cabeza.- Dice mientras niega, yo suelto una risa y me acerco a él.

- Tú también puedes entrar aquí cuando quieras.- Le digo con una sonrisa, él asiente y observa mi cuarto parándose en la estantería.

- Creo que te arrepentirás de decir esas palabras.- Dice mientras se acerca y mira los poco libros que hay, yo sonrío y niego con la cabeza.

- No lo creo.- Susurro para mí mientras veo como coge un libro y se tumba en el sofá a ojearlo.- Voy a buscar algo de comer.- Él asiente, pero no quita la vista del libro.- ¿Quieres algo?- Le digo antes de salir, él me mira y sonríe.

- Un sandwich estaría bien.- Dice con una sonrisa, asiento y bajo a preparar nuestra comida.