Capítulo 6

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PoV Stiles

Me dejo caer en la cama de Peter mientras resoplo. Después de que me cambiara de ropa me pidió que me quedara en su cuarto a dormir para controlarme y eso. No me molesta estar aquí, ni mucho menos, en estos días Peter ha demostrado el gran cariño que me tiene y es el único que me comprende y comparte gusto conmigo. Así que durante estos días he estado sintiéndome raro, no sabría explicarlo, bueno, más bien no quiero explicarlo. Por qué decirlo sería asumirlo y aun no estoy preparado para eso. La puerta suena y Peter me mira con el ceño fruncido.

- Pasa.- Dice dejando el libro encima del sofá donde está. La puerta se abre y Scott asoma la cabeza sonriendo nervioso.

- Venia a preguntarte si quieres que hagamos turnos para vigilar.- Dice señalándome con la cabeza, yo frunzo el ceño y cruzo los brazos en mi pecho.

- No.- Dice secamente Peter volviendo a coger el libro, sonrío y me siento apoyando mi espalda en la cabecera, Scott abre la boca pero Peter no lo deja hablar.- He dicho que no, yo me quedaré con él y si de verdad es complicado os llamaré.- Le dice sin ni siquiera levantar la vista del libro. Scott abre y cierra la boca varias veces pero al final solo asiente y se marcha. Suspiro y me vuelvo a tumbar mirando el techo. Nos quedamos en un silencio muy cómodo.

- ¿Porque no quieres a nadie aquí?- Le pregunto girándome para verle, él aparta el libro y mira hacia la puerta.

- Por que ninguno de los otros sabrá reaccionar cuando te empieces a convertir y no quiero que eso provoque sentimientos negativos en ti.- Me dice mirándome con un cariño que no veía desde hace muchísimo, yo asiento y le sonrío antes de volver a mi antigua posición.- ¿Has notado algo diferente?- Yo niego mientras me paso la lengua por los labios, tengo mucha sed.

- ¿Peter tienes agua?- Le digo mirándolo suplicante, él niega y se levanta para, supongo, ir a la cocina.- Trae muchas botellas.- Le digo antes de volver a tumbarme boca arriba. La puerta se cierra y yo suspiro. El olor de Peter llega a mí y una extraña sensación de paz se instala en mi pecho. La verdad es que tengo mucho miedo de como van a reaccionar la manada, porque ellos están acostumbrados a ver seres sobrenaturales terrestre, y está más que claro que yo voy a ser uno marino o un híbrido. Me dolería mucho que nadie me aceptase, pero claro siempre y cuando el que no me rechace sea Peter todos estará bien. Suspiro y me quito la camiseta por la calor que siento. La puerta se abre y Peter entras con una bolsa llena de agua, sonrío y me acerco a beber la primera. Noto la mirada de Peter en mí, pero yo no le presto atención, a cabo la segunda botella y por fin me siento satisfecho.

- ¿Stiles?- Yo lo miro y noto su ceño fruncido, su mirada recorrer mi abdomen y suben hasta mi cara. Me sonrojo y sonrío con vergüenza.

- Lo siento no quería incomodar pero hace mucha calor.- Le digo mientras me giro hacia donde la he tirado, su brazo me retiene y lo miro sobre mi hombro.

- No es eso, mira tu abdomen.- Me dice señalando, bajo mi mirada hacia ese lugar y la sorpresa es enorme, tengo varias manchas de un tono azulado repartidas por todo el abdomen y otras que son más grises.

- ¿Me voy a convertir en un pitufo?- Le pregunto asustado por esto, él niega y vuelve a sentarse en el sofá con el libro.

Resoplo y me tumbo en la cama. Me quedo mirando el techo, ya que aparte de los libros es lo más interesante que hay en la habitación. Las manos se me quedan dormidas, pero no le doy mayor importancia ya que tengo la cabeza apoyada en ellas. Suspiro y me giro a ver a Peter, está tan concentrado en ese libro que no parece estar aquí, aunque se que si lo llamo tardará nada en dejar el libro de lado y centrarse en mí.

Todos sus movimientos captan mi atención, la suavidad con la que pasa las hojas, las cejas que se fruncen en ciertas partes de su lectura y el movimientos de su ojos siguiendo la línea escrita. Es increíble la de detalles que salen a luz cuando te quedas admirado a esa persona. Mi garganta seca me hace volver a la realidad y centrarme en lo que me esta pasando. Alargo mi mano para coger una de las botellas que hay en la mesita pero un pequeño detalle me hace detenerme.

- Emm Peter.- Lo llamo, el levanta la vista y yo le enseño mis manos. Unas garras parecidas a las suyas de lobos se ven perfectamente pero en mi caso son de un azul turquesa, bastante bonito a decir verdad. Deja el libro de lado y se acerca a mirarlas más de cerca. Las manchas azules y grises se expande por mi brazo también hasta llegar a mi cuello.- ¿Tengo manchas en la cara?- Le pregunto mirándolo asustado, él levanta la cara y mira fijamente cada sitio de mi cara, una pequeña expresión de sorpresa se deja ver pero rápidamente la cambia.

- No, pero tu pelo se esta poniendo rubio.- Me dice mientras toca suavemente mi pelo, asiento y me tumbo mirando el techo.- ¿Puedes esconderlas?- Me pregunta acariciando mi mano, intento esconderlas pero lo único que consigo es frustrarme más.- Tranquilízate, solo era una pregunta.- Me dice mientras acaricia mi pelo, yo asiento y me tumbo en la cama. Él se levanta y se va al sofá.

 Me siento raro cuando él se va y me quedo solo en la cama, pero rápidamente esa sensación desaparece cuando vuelvo a notar su calor en mi lado. Giro la cabeza y veo que sigue leyendo su libro pero esta vez a mi lado. Sonrío, y apoyo mi cabeza en su hombro mientras cierro los ojos, poco a poco caigo en los brazos de morfeo.

Desde las profundidades (Steter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora